
En su homilía, León XIV subrayó que la Santa Sede “vive de la santidad de sus miembros”
El Vaticano inició hoy las celebraciones del Jubileo, marcando un momento clave en su Año Santo. El pontífice, de origen estadounidense y peruano, atravesó la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro acompañado por cientos de fieles, enfatizando que “la santidad es el corazón del servicio a la Iglesia”.
Desde el Aula Pablo VI, donde participó en una meditación guiada por la religiosa María Gloria Riva, el papa guio la marcha portando una cruz, recorriendo la Plaza de San Pedro antes de cruzar el umbral sagrado, símbolo de perdón y renovación espiritual.
En su homilía, León XIV subrayó que la Santa Sede “vive de la santidad de sus miembros”, instando a todos desde sacerdotes hasta laicos a buscar la santidad en su vida cotidiana. “No hace falta huir del mundo; la santidad se construye en el trabajo, la familia y las pruebas”, afirmó.
El pontífice ilustró su mensaje con ejemplos conmovedores: un sacerdote que “soporta su cruz ministerial sin abandonar su misión”, o padres de familia que “luchan por sus hijos o cuidando a un enfermo, siguiendo el ejemplo de María”. Estas acciones, dijo, son “frutos de la fecundidad de la Iglesia”.
El evento reunió a empleados vaticanos, religiosos y peregrinos, quienes recibieron la indulgencia jubilar. Con este gesto, León XIV refuerza su mensaje: la santidad no es un ideal lejano, sino un camino accesible en la vida diaria.
Con información de Baja News