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El nuevo rostro del Vaticano: cardenales estadounidenses celebran la elección de León XIV y destacan su vocación misionera

Por primera vez en la historia, un estadounidense se convierte en papa. Los cardenales que lo eligieron subrayan su perfil espiritual, su experiencia misionera y su liderazgo sereno

En un gesto sin precedentes para la Iglesia Católica, el cónclave del jueves eligió como nuevo pontífice al cardenal Robert Prevost, quien adoptó el nombre de León XIV. Su elección no solo marca un hito por ser el primer papa nacido en Estados Unidos, sino también por representar una continuidad con el legado espiritual del papa Francisco, aunque con un enfoque y estilo propios.

Siete cardenales estadounidenses que participaron en la elección ofrecieron este viernes una conferencia de prensa en el Pontificio Colegio Norteamericano en Roma. Allí, compartieron sus reflexiones sobre el proceso, el clima espiritual del cónclave y las cualidades que llevaron a la elección de Prevost como líder de la Iglesia universal.

Más allá de su nacionalidad, los cardenales coincidieron en destacar el perfil profundamente misionero de León XIV. El cardenal Robert McElroy, nuevo arzobispo de Washington DC, expresó su asombro ante la elección: “Nunca pensé que vería a un papa estadounidense en mi vida”. Sin embargo, añadió que su procedencia fue secundaria frente a su compromiso pastoral y su entrega a la Iglesia.

“Es, en esencia, un misionero. Uno que ha entregado su vida a las periferias del mundo eclesial”, afirmó McElroy. En la misma línea, el cardenal Daniel DiNardo, arzobispo emérito de Galveston-Houston, aseguró que lo que definió al nuevo papa no fue su pasaporte, sino su carácter y vocación.

El cardenal Blase Cupich, de Chicago, ciudad natal del nuevo pontífice, destacó la sorprendente rapidez y unidad con la que se alcanzó el consenso: “En apenas 24 horas, todos llegamos a un acuerdo. Fue un proceso guiado por el respeto mutuo y el deseo sincero de escuchar al Espíritu Santo”.

Los testimonios de los cardenales coincidieron en describir un ambiente profundamente espiritual. McElroy rememoró la atmósfera de recogimiento que envolvió a los electores desde el inicio del cónclave, con la Letanía de los Santos resonando en la Capilla Sixtina bajo la mirada solemne del “Juicio Final” de Miguel Ángel.

El cardenal Joseph Tobin, de Newark, ofreció una imagen poderosa del momento en que Prevost aceptó el llamado al papado. “Lo vi con la cabeza entre las manos, reflexionando. Pero al decir que sí, irradió serenidad y un profundo sentido de propósito. Fue como si hubiera nacido para esto”, relató.

Tobin conoce al nuevo papa desde hace tres décadas, por su trabajo conjunto en congregaciones religiosas, y lo describe como una persona firme pero no conflictiva: “No busca el enfrentamiento, pero no retrocede ante lo que considera justo”.

Aunque León XIV es visto como heredero del enfoque pastoral del papa Francisco, los cardenales aclararon que no se trata de una mera continuidad sin matices. “No buscábamos una fotocopia de Francisco”, dijo McElroy. “Queríamos a alguien que pudiera continuar su espíritu, pero con voz propia”.

El nuncio apostólico Christophe Pierre también participó en la conferencia y subrayó que el cónclave se desarrolló en un clima espiritual, alejado de cálculos políticos.

Finalmente, el cardenal Wilton Gregory, visiblemente conmovido, relató la emoción que sintió al prometer lealtad al nuevo papa y destacó el impacto de Prevost en las conversaciones informales entre cardenales. “Fue en esas pausas donde muchos confirmamos lo que ya sentíamos: que estábamos ante un verdadero pastor”.

Los cardenales llamaron a los medios y al mundo católico a acompañar con prudencia y esperanza este nuevo ciclo en la Iglesia. “No se puede capturar el mañana mirando al ayer”, advirtió Gregory.

Con información de Baja News