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Derrame de petróleo en Perú es un desastre ambiental, social y humanitario

La compañía multinacional de petróleo y carbón Repsol con sede en Madrid, cuenta con varios antecedentes de derrame de crudo en varias regiones de Perú. Recién inició el 2022 y existen reportes en la región de Amazonas y Loreto, pero la más reciente ocurrida en playas de la provincia el Callao se postula como una de las más notorias y catastróficas.

Después de la intensa erupción del volcán submarino en Tonga ocurrida el 16 de enero, dio origen a fuerte oleaje que llegó a costas del oeste suramericano, este efecto impacto justo durante proceso de descarga de crudo del buque Mare Dorium, de la Refinería La Pampilla en ubicada en el Mar de Ventanilla, causando un gran derrame de crudo.

Este hecho, a una semana de haber ocurrido mantiene a la región en estado de emergencia por 90 días, derivado de su extensión y consecuencias; donde cientos de kilómetros de playa y arrecife fueron contaminados, además de la muerte de miles de animales como aves, peces y crustáceos.

En un comunicado por parte del Ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, señala que, “existe un grave daño a la biodiversidad, que incluso puede incidir en la salud de las personas”. Hasta ahora funcionarios y habitantes muestran preocupación por el desastre natural más nocivo de los últimos tiempos en las costas de la capital peruana.

Se calcula que fueron alrededor de 6,000 barriles los derramados, afectando a aproximadamente 2 millones de metros cuadrados de mar y costas de varios distritos de Lima, siendo las más afectadas las provincias del Callao hasta Pacasmayo.

“Encontramos una situación lamentable y estamos intentando ayudar a los animales con la respiración, practicar primeros auxilios, pero no resisten, están muertos, llenos de petróleo”, dijo al medio Infobae, Efe Virgo Gálvez activista ambiental, mientras sostenía un ave empapada en crudo en las manos.

Por otro lado, según el Ministerio de Ambiente las corrientes marinas han expandido el combustible a lo largo de la costa afectando a más de 21 playas. También, pescadores se enfrentan a la catástrofe señalando que están sin trabajo y alimento

Mientras que, otras personas que vivían de actividades ligadas a las playas cómo el turismo y las ventas (restaurantes, alquiladores de sombrillas, vendedores ambulantes y tiendas de artesanías), están siendo perjudicados económicamente.

Información de Meteored