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Washington endurece presión: Trump ordena considerar “cerrado en su totalidad” el espacio aéreo de Venezuela

Tensión regional ante el creciente despliegue militar estadounidense

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una nueva advertencia que vuelve a encender las alertas en América Latina: el espacio aéreo sobre y alrededor de Venezuela “debe considerarse cerrado en su totalidad”. El mensaje, difundido de manera directa y sin mayores explicaciones operativas, se suma al amplio despliegue militar estadounidense que desde hace semanas se concentra en el Caribe bajo el argumento de combatir el narcotráfico.

La declaración, dirigida a “aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas”, no estuvo acompañada de un documento oficial que precise cómo se aplicará el cierre ni quién lo hará cumplir. Hasta ahora, tanto el Pentágono como la Casa Blanca se han limitado al silencio, lo que genera dudas sobre si la orden representa un cambio formal de política o una advertencia política en momentos de tensión creciente.

El anuncio ocurre en paralelo a un incremento significativo de la actividad militar norteamericana en la región. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos alertó recientemente a aerolíneas comerciales sobre riesgos asociados a maniobras militares en zonas del Caribe. A ello se suma la presencia de un portaaviones de última generación, aviones de combate, buques de guerra y miles de efectivos estadounidenses desplegados cerca de costas venezolanas, en operaciones que Washington asegura están enfocadas en interrumpir rutas de narcotráfico, pero que Caracas interpreta como un intento de forzar un cambio de régimen.

Desde Venezuela, la postura es de rechazo absoluto. El gobierno de Nicolás Maduro acusa a Estados Unidos de utilizar la lucha contra las drogas como pretexto para justificar una intervención más profunda y desestabilizar la soberanía del país. Autoridades venezolanas sostienen que la operación militar estadounidense no solo es desproporcionada, sino que podría derivar en un escenario de confrontación directa.

La tensión también ha impactado al sector aéreo internacional. Tras la advertencia estadounidense, varias aerolíneas decidieron suspender vuelos hacia Caracas ante la incertidumbre sobre la seguridad del espacio aéreo. En respuesta, Venezuela revocó los permisos de operación de seis compañías que cancelaron sus rutas, lo que ha deteriorado aún más la conectividad aérea del país sudamericano.

Analistas internacionales advierten que el tamaño del despliegue militar estadounidense rebasa los parámetros de una operación estrictamente antinarcóticos. Señalan que, ante la falta de claridad sobre sus objetivos reales, la región se asoma a una fase especialmente delicada, donde una mala lectura o un incidente aislado podría escalar el conflicto. El Caribe vuelve a ser, una vez más, el epicentro de un pulso geopolítico cuyo desenlace aún es incierto.

Con información de Baja News