La ciudadanía dejó sentir su defensa al INE, pues durante más de tres horas una ola rosa dominó los carriles de Paseo de la Reforma.
El ex consejero presidente del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, advirtió que México no merece una reforma electoral “impulsada por una sola voluntad, por más relevante que sea” y llamó a los legisladores de todos los partidos a defender la autonomía de las instituciones electorales en el país.
Tras la marcha por la democracia, a la que asistieron cientos de miles en Ciudad de México, demandó que la reforma no destruya al Instituto Nacional Electoral (INE), institutos y tribunales locales, como tampoco a la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del gobierno: “¡No al autoritarismo. Sí a un México democrático!”. El único orador tras la marcha por la democracia, organizada por distintos colectivos de la sociedad civil, pidió al Congreso federal y los 32 estatales no respaldar una reforma que ponga en riesgo los avances que permiten que México tenga elecciones.
“Hacemos un llamado a todos los grupos parlamentarios a que defiendan lo edificado en materia democrática y no conduzcan a nuestro país a una etapa venturosamente superada: la del autoritarismo que se auxiliaba de autoridades electorales a modo”. Frente a miles de ciudadanos, algunos que salieron desde el Ángel de la Independencia y otros que optaron por llegar al Monumento a la Revolución, aseguró que la propuesta de reforma electoral es un problema mayúsculo. “Nuestro país no merece regresar al pasado, porque lo construido permite elecciones auténticas, piedra angular de todo sistema democrático”. En ese sentido, Woldenberg justificó que México no puede deshacerse sin contemplaciones del entramado federalista en materia electoral sin perder en eficacia y confianza.
“Por ello defendemos un sistema electoral que nos cobija a todos y que permite la coexistencia de la diversidad y la substitución de los gobiernos por vías pacíficas y participativas. Ese es el México que queremos: un México para todos, un México cuya diversidad cuente con un formato para su convivencia y competencia”.
“Por ello defendemos un sistema electoral que nos cobija a todos y que permite la coexistencia de la diversidad y la substitución de los gobiernos por vías pacíficas y participativas. Ese es el México que queremos: un México para todos, un México cuya diversidad cuente con un formato para su convivencia y competencia”.
Lo que la democracia unió Lo que las elecciones y votaciones en el Congreso dividieron, la defensa de la democracia y del INE lo unió.
Durante más de tres horas, sobre avenida Paseo de la Reforma, marcharon personajes tan opuestos como Claudio X. González y Elba Esther Gordillo; Miguel Ángel Osorio Chong y Alejandro Moreno; Francisco Labastida y Vicente Fox; Margarita Zavala y José Narro Robles; Luis Donaldo Colosio Riojas y Claudia Ruiz Massieu.
Organizado por 51 organizaciones civiles, la denominada marcha “En defensa de la democracia”, o como en las redes se conoció como #ElINEnosetoca, rebasó las expectativas de los convocantes, pues cuando Woldenberg concluía su discurso, aún salían contingentes de la columna del Ángel de la Independencia.
El secretario de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres, estimó, hasta las 13:00 horas, 12 mil participantes.
El Grupo Plural, en voz de Gustavo Madero y de Emilio Álvarez Icaza, afirmaron que se mantendrán en su negativa y pusieron el cascabel en el PRI, al que consideran el eslabón más débil y que pudiera apoyar la iniciativa.
En tanto, el coordinador del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong, aseguró que su voto siempre será en beneficio de las libertades y derechos de la ciudadanía. Al que no le fue bien fue al presidente del PRI, Alejandro Moreno, principal duda del bloque opositor, quien fue abucheado a su paso entre pancartas con la leyenda “Alito Moreno, ¡Te estamos observando!”.
El ex presidente Vicente Fox —que marchó junto a Marko Cortés, los líderes del PAN en el Congreso, Julen Rementería, Jorge Romero, y el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel— pidió dar un voto de confianza a Alito y aprovechó para destapar sus aspiraciones presidenciales para 2024: “A López le advierto de una vez: si él pretende aparecer en 2024, yo me le aparezco”.
En la víspera del mundial de fútbol, el balón está en la cancha de los partidos políticos, en particular en el Congreso de la Unión que en diciembre abordará la reforma electoral.
Fuente :Milenio