Senegal se consagró por primera vez en su historia como el campeón de la Copa Africana de Naciones tras una aguerrida tanda de penales con Egipto.
El juego definitivo estuvo a la altura de las expectativas con un ritmo que no dio tregua para ambas selecciones. En apenas 4 minutos llegaban las emociones en el Estadio Paul Biya de Camerún cuando Mohamed Abdel Monem derribó en el área a Saliou Ciss con una entrada a destiempo. El penal era inobjetable y el árbitro no titubeó en marcarlo.
Sadio Mané, el líder de Senegal, se dispuso a cobrar el penal y mientras acomodaba el balón las cámaras captaron una peculiar escena: Mohamed Salah, compañero de Mané en el Liverpool, se acercó a su arquero Gabaski para indicarle hacia dónde cobraría el delantero.
Los consejos del ‘Faraón’ surtieron efecto cuando Mané se encarreró desde los 11 pasos y tiró a su derecha, gesto que el portero leyó y atajó con dos manos pese a la potencia del disparo.
El desquite de Egipto llegó hasta el 42’, cuando Salah desbordó por la banda y amagó con centrar, pero disparó a primer poste donde Mendy aguantó de forma sólida para mandar a tiro de esquina. No por nada el arquero del Chelsea conoce bien al delantero del Liverpool.
Con una gran fiesta en las gradas, el primer tiempo se despidió para darle paso al complemento. Rápidamente, en 8 minutos, Gabaski volvió a ser factor al atajar un disparo raso de Diedhiou que prometía más para los senegaleses. La tensión aumentaba conforme se consumían los minutos y Mané estuvo cerca de ser expulsado por una entrada por detrás. Al árbitro le tembló la mano para sacar la roja.
El encuentro se iba a los tiempos extra en busca de un ganador, pero tras 30 minutos el cansancio hizo de las suyas y ambas selecciones parecían pactar el 0-0 y esperar la suerte en los penales.
Senegal eligió patear primero y la suerte lo acompañó en la tanda. Egipto falló dos cobros y Mohamen Salah no tuvo oportunidad de tirar. Mané puso el último clavo en el ataúd para darle a Senegal su primera Copa de África.
Información de TUDN