
Estados Unidos calificó la investidura como una “farsa” y elevó a 25 millones de dólares la recompensa por la captura de Maduro
Un grupo de catorce naciones miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), incluyendo a Estados Unidos, manifestó su rechazo unánime a la reciente investidura de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. La declaración conjunta fue difundida este jueves por la cancillería de Ecuador a través de la red social X.
En el comunicado oficial, Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Jamaica, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay señalaron que “el acto de investidura presidencial del 10 de enero de 2025 carece de legitimidad democrática”. Además, instaron al “régimen dictatorial venezolano” a restaurar el orden democrático mediante una transición pacífica que refleje la voluntad popular.
El grupo también exigió la liberación de los detenidos arbitrariamente y el respeto por los derechos humanos, en un contexto marcado por el arresto de al menos 75 personas entre el 1 y el 11 de enero, según informó la ONG Foro Penal. Además, denunciaron la falta de transparencia en el proceso electoral, donde la oposición asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, obtuvo el 70% de los votos frente al 52% atribuido a Maduro por las autoridades.
Estados Unidos calificó la investidura como una “farsa” y elevó a 25 millones de dólares la recompensa por la captura de Maduro, acusado de delitos relacionados con el narcotráfico y la corrupción. Funcionarios norteamericanos reiteraron su compromiso de respaldar los esfuerzos por restaurar la democracia en Venezuela.
Los catorce países firmantes de la declaración instaron a la comunidad internacional a intensificar su apoyo para abordar la crisis venezolana, incluyendo el cese de hostigamientos contra asilados en embajadas y consulados dentro del territorio. También señalaron la necesidad de garantizar la integridad de futuras elecciones y respetar los principios del derecho internacional.
El conflicto electoral en Venezuela continúa agudizando las divisiones internas y externas. Mientras la oposición denuncia fraude y persecución, el gobierno de Maduro sostiene su victoria sin publicar el escrutinio detallado exigido por la ley. Este episodio refuerza el aislamiento diplomático del régimen y subraya la urgencia de una resolución pacífica que permita superar la crisis política y humanitaria que afecta al país.
Con información de Baja News