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¿Por qué los británicos están haciendo compras de pánico de gasolina?

La escasez de carburante en el Reino Unido se agravó este fin de semana a causa de las “compras motivadas por el pánico”. Algunas gasolineras británicas tenían largas filas de autos el lunes por cuarto día seguidos, y el gobierno estudiaba enviar al ejército para ayudar a combatir el desabastecimiento provocado por la falta de camioneros.

Se está ofreciendo instrucción “en un segundo plano” a personal militar para manejar camiones cisterna, indicó Brian Madderson, presidente de la Asociación de Minoristas de Gasolina, aunque el gobierno dijo que “en este momento no hay planes” de desplegar soldados.

La pregunta es: ¿A qué se debe la escasez del combustible?

La industria de transportistas estima que a Reino Unido le faltan hasta 100 mil camioneros debido a una tormenta perfecta que ha combinado la pandemia del coronavirus, una fuerza laboral envejecida y un éxodo de trabajadores extranjeros tras la salida británica de la Unión Europea. Las normas de inmigración tras el Brexit hacen que los ciudadanos de la UE ya no puedan vivir y trabajar sin visa en Gran Bretaña, como hacían cuando el país era miembro del bloque.

También otros países, como Estados Unidos y Alemania, sufren un déficit de camioneros. Pero el problema ha sido especialmente visible en Gran Bretaña, donde ha contribuido a dejar gasolineras cerradas y estantes vacíos en los supermercados.

El Ejecutivo británico decidió el sábado enmendar su política de inmigración posbrexit y otorgar hasta 10 mil 500 visados de trabajo provisionales, de tres meses.

Esos permisos deberían paliar la falta de camioneros y de personal en sectores claves de la economía británica, como la cría de aves de corral.

El ministro de Empresas y Energía, Kwasi Kwarteng, indicó por su parte el domingo, en un comunicado, que había eximido temporalmente al sector de los distribuidores de carburante de las reglas de competencia, para que puedan abastecer prioritariamente a las zonas que más lo necesiten.

Sin embargo, las compras de pánico están empeorando el problema de suministro y el gobierno ha instado a la gente a no acaparar combustible.

“El único motivo por el que no tenemos gasolina en los establecimientos es que la gente está comprando gasolina que no necesita”, dijo el secretario de Medio Ambiente, George Eustice.

Este fin de semana se formaron largas filas frente a multitud de gasolineras, sobre todo en las grandes ciudades y en la capital, Londres. El lunes, alrededor del 30% de las estaciones de servicio del gigante BP se estaban viendo afectadas por la escasez de carburante.

“Uno de nuestros miembros recibió un contenedor a mediodía y al final de la tarde había desaparecido completamente” en los vehículos de la gente, declaró a la BBC Brian Madderson, presidente de la Petrol Retailers Association (PRA), la asociación de gasolineras británicas.

El tabloide The Sun citaba a una asistente médica que tuvo que ir a tres gasolineras y esperar mucho tiempo. “Ahora voy con retraso para visitar a mis pacientes, que me necesitan para sus comidas y medicamentos”, declaró la profesional sanitaria al diario, llorando.

El aumento de la demanda de gasolina llevó a la PRA a advertir que hasta dos tercios de sus miembros, unas 5 mil 500 gasolineras independientes de las 8 mil que tiene el país, tenían muy poco combustible el domingo y que el resto “estaban casi sin nada”.

En los últimos días, pese a los intentos del gobierno de tranquilizar a la población, multitud de ciudadanos se han precipitado hacia las gasolineras, temerosos por si el carburante se agota, al ver que en las tiendas también escasean los productos agroalimentarios.

La situación recuerda a los años 1970, cuando la crisis energética obligó a racionar el carburante y a reducir la semana de trabajo a tres días. Hace unos diez años, las manifestaciones contra el alto precio de la gasolina también provocaron un bloqueo de las refinerías y paralizaron la actividad del país durante semanas.

Sobre la posibilidad de recurrir al ejército, Madderson se expresó con cautela. “No es tan fácil como se piensa, pues los conductores de camiones están muy especializados” y los camiones cisternas transportan un “líquido muy inflamable por todo el país”, que requiere unos procedimientos adecuados de carga y descarga.

Por otro lado, Madderson recalcó que, a causa de la pandemia, muchas personas no pudieron obtener el permiso de conducción de camiones y que la escasez de transportistas también afecta a Europa continental.

Con todo, el responsable espera que el problema se solucione al menos en parte “para el fin de semana”, según dijo.