
SEGUNDO GOBERNADOR DE LAS CALIFORNIAS
Profr. José Luis Bobadilla Acosta
Taller de Historia de Tecate, A. C.
PEDRO FAGÉS
EL 17 de abril de 1734, nació Pedro Fagés Beleta en Guisona, Lérida, ciudad española, capital de la provincia homónima y de la comarca del Segriá, situada en la comunidad autónoma de Cataluña.
Hijo de Francisco y Mariana.
Quedó huérfano de madre a los 11 años.
A los 15 se fue a vivir a Castellbisbal con su tío, el párroco Agustín, que había sido capellán castrense en el regimiento de Sevilla.
De familia noble, realizó estudios superiores antes de ingresar en el Ejército.
FELIPE V
Fagés se unió a los Escuadrones de Valls o Mozos de Veciana, un cuerpo armado (el origen de los Mozos de Escuadra) que mantenía el orden en esas comarcas y que estuvo al servicio de Felipe V.
Los Veciana propusieron al Rey la formación de unidades de infantería catalanas para la guerra con Portugal, y crearon el 2º Regimiento de Infantería Ligera de Cataluña, conocido popularmente como los Voluntarios de Cataluña; allí se alistó Pere Fagés, que en 1762 ya era subteniente portaguión.
En su batallón, acantonado en Sevilla, conoció al vicense Agustín Callís y al tortosino Pedro AlberniTeixidor (20); al teniente Gaspar de Portolá (51) ya lo conocía de Martorell.
Fue ascendido en 1767 a teniente.
Sirvió en la campaña de Portugal durante la Guerra de los Siete Años.
CARLOS III
En 1767 Carlos III (51) pidió a Veciana que reclutara una compañía de 100 voluntarios para ir a Nueva España: la Compañía Franca de Voluntarios de Cataluña.
JOAQUÍN DE MONTSERRAT
Resulta que el virrey Joaquín Juan de Montserrat y Cruillas, I marqués de Cruillas, (67), pidió ayuda para protegerse de los piratas ingleses y los indios que atacaban el virreinato de Nueva España, así como de los avances rusos por Alaska.
El 27 de mayo embarcaron hacia México los voluntarios catalanes en Cádiz: oficiales, sargentos, cabos, soldados, todos catalanes.
Él y sus hombres sirvieron bajo Domingo Elizondo (57) en Sonora.
En 1768, acompañando al gobernador de las Californias Gaspar de Portolá (52), formó parte del grupo que fundó los presidios de San Diego y Monterey.
En 1769, Fagés fue seleccionado por el Visitador José de Gálvez y Gallardo (49) para dirigir la parte naval de la expedición dirigida por Gaspar de Portolá para fundar San Diego.
El teniente Fagés zarpó de Guaymas al puerto de La Paz en Baja California.
VICENTE VILA
Luego, el 9 de enero de 1769, en La Paz abordó el galeón “San Carlos” , capitaneado por Vicente Vila y con destino a San Diego.
También a bordo iban el fraile franciscano Fernando Parrón, el ingeniero y cartógrafo Miguel Costansó , el cirujano Pedro Prat y 25 soldados al mando de Fagés junto con una tripulación de marineros.
Después de navegar casi 200 millas (320 kilómetros) más allá de San Diego debido a errores cartográficos, el “San Carlos” se dobló hacia el sur.
SAN DIEGO
Finalmente llegó a la bahía de San Diego el 29 de abril, unos 110 días después de su partida.
Los vientos contrarios, las fuertes corrientes y la información imprecisa de la navegación habían causado serios retrasos, más del doble del tiempo normal de navegación.
Como resultado, la falta de agua potable, el escorbuto y otras enfermedades habían cobrado un alto precio.
Casi un tercio de los que iban a bordo serían enterrados en la costa de San Diego.
Fagés y Costansó, tan pronto como se recuperaron de los efectos nocivos del viaje por mar, llevaron a cabo sus respectivas instrucciones.
Hicieron un reconocimiento del puerto y de las zonas interiores de San Diego, examinando especialmente el actual Valle de la Misión.
El 14 de mayo de 1769, la primera partida terrestre dirigida por Rivera y Moncada llegó al puerto sur y se unió a los sobrevivientes del “San Carlos“ y “San Antonio“.
Rivera sugirió que el campamento fuera trasladado de las orillas de la bahía a un sitio en Presidio Hill por razones de salud y seguridad.
La mudanza provocó el problema mencionado por Costansó de tener que llevar suministros a mayor distancia de los barcos.
A finales de junio, los españoles tenían su campamento bastante bien establecido y estaban en términos amistosos con los indios.
Después de escribir las cartas aquí traducidas, Fagésy Costansó tuvieron menos de una semana para esperar a Serra y Portolá con la parte final de la expedición.
COLONIZACIÓN
Su llegada marcó el inicio oficial de la colonización de la Alta California.
Al recuperarse de los efectos nocivos del viaje, Fagés se dedicó a cumplir las instrucciones de José de Gálvez: junto con Miguel Costansó, reconoció el puerto y las zonas del interior de San Diego, explorando especialmente el actual Mission Valley.
En su carta informando a Gálvez, Fagés observó de los indígenas Kumeyaay locales :
“… Parecen dóciles y alertas. Hemos hecho muy buenos amigos con ellos y nunca nos faltan algunos conejitos, liebres y peces que traen a Nosotros les damos unas cuentas de vidrio.
Pero valoran mucho cualquier tipo de tela, por pobre que sea, ya que a cambio de algunas que tenía, recibí pieles y redes”.
Costansó, al calificar a los Kumeyaay de “holgazanes perezosos”, señaló que “le han brindado un gran afecto a Don Pedro Fagés y también lo respetan mucho.
Lo han invitado en varias ocasiones a estar con sus mujeres”, expresión de amistad que los demás no han merecido “.
DEMOSTRACIÓN
Costansó relata una demostración que Fagésorganizó para demostrar la superioridad de las armas de fuego españolas:
Armados con arcos y flechas con punta de “pedernal muy afilado”, los hombres de Kumeyaay inicialmente vieron las armas de los españoles como “simples palos”.
Fagés ordenó que se erigiera un objetivo de cuero a una distancia práctica.
Los indios dispararon sus flechas, que tuvieron sólo un “efecto leve” sobre el cuero.
ESPAÑOLES
Luego, Fagés ordenó a sus mejores tiradores que dispararan al mismo objetivo.
“Al escuchar el ruido y ver la destrucción tan cerca, los indígenas cambiaron de expresión y algunos de los más tímidos se fueron, dando señales muy claras de sorpresa y miedo”.
EXPEDICIONES
A pesar de este desafortunado viaje, el “San Carlos” llegó a su destino designado y se unió al San Antonio, segundo barco en salir de La Paz, anclado a sotavento de Ballast Point.
El teniente Pedro Fagés, comandante militar de la expedición marítima, y el ingeniero Miguel Costansó, jefe de cartografía y agrimensura, desembarcaron rápidamente del “San Carlos” para establecer un campamento provisional, ayudar a los enfermos y moribundos, y participar en la coordinación de las actividades de los dos buques.
Durante mayo y junio de 1769, ambos hombres desempeñaron un papel clave en el establecimiento de un asentamiento español en San Diego.
DETALLES
Aunque los detalles de la Expedición Sagrada a la Alta California en 1769 son conocidos por los estudiosos de la época, vale la pena reforzar los conocimientos básicos con nueva documentación.
A finales de junio de 1769, José de Gálvez había regresado a la Ciudad de México desde La Paz para esperar noticias de la finalización exitosa del asentamiento en San Diego y Monterey.
Con la minuciosidad que lo caracterizaba, el visitador había dado instrucciones explícitas al personal mayor en su intento de asegurar la colonización permanente de la Alta California.
DIRECTIVAS
El 5 de enero anterior, cuatro días antes de la partida del “San Carlos”, el visitador había presentado largas directivas al capitán Vicente Vila, así como a Fagés y Costansó.
Los quince artículos a Vila cubrían los objetivos generales de la expedición, entre ellos la conversión de los indios a la fe católica y la extensión del dominio español.
Las órdenes también describían los procedimientos para coordinar los movimientos por tierra y mar.
Para ayudar a Vila a encontrar San Diego, Gálvez lo remitió, en el artículo tres, a la narración de Sebastián Vizcaíno impresa en “Noticias de las Californias” de Miguel Venegas”.
En el artículo quince, le pidió a Vila que confirmara las cartas de navegación en la “Navegación Especulativa y práctica” de Cabrera Bueno.
Ambas obras son mencionadas por Costansó en su carta a Gálvez como las que desviaron mucho el rumbo de la expedición.
El “San Carlos” navegó casi 200 millas al norte de San Diego.
INSTRUCCIONES
Los diecisiete artículos de instrucciones a Pedro Fagés cubrían aspectos militares de la expedición.
Fagés, de treinta y nueve años, al mando de una compañía experimentada de Voluntarios Catalanes, había servido previamente en Sonora durante la exitosa marcha de Domingo Elizondo contra los indios rebeldes.
Habiéndose ganado la confianza y el respeto de Gálvez, Fagés recibió órdenes de hacerse cargo de todo el personal militar hasta la llegada de Portolápor tierra.
MANDO
Gálvez colocó a Fagés por encima de Fernando de Rivera y Moncada, comandante de la primera partida terrestre y jefe de un destacamento de 25 soldados de cuera.
El visitador encargó a Fagés que:
• Mantuviera “armonía y disciplina” entre los soldados,
• Preparara a los indios para el establecimiento de una misión bajo el mando del padre Serra y
• Enviara regularmente a México informes de todas las actividades.
JUNÍPERO SERRA
Fagés y Costansó escribieron sus cartas como informes preliminares justo antes de la llegada del padre Junípero Serra (56) y Gaspar de Portolá con las principales fuerzas terrestres el 1 de julio de 1769.
COMENTARIOS
Las cartas ofrecen comentarios sobre:
• Las características físicas de la bahía y el puerto de San Diego,
• Los suministros de agua,
• La construcción de un establecimiento militar,
• El potencial para el comercio y el trato con los indios,
• El número de rancherías y
• Otros asuntos de interés para el gobierno local.
INFORME
El informe más breve de Fagés se concentra en la situación indio-militar, mientras que el memorándum más largo de Costansó ofrece una evaluación general de los esfuerzos españoles.
El ingeniero Miguel Costansó también había servido a las órdenes de Domingo Elizondo en Sonora en 1767-68.
Al igual que Vicente Vila, Costansó había sido elegido por Gálvez para participar en la juntaconvocada en San Blas para planear las expediciones a San Diego y Monterey.
Antes de su partida, Costansó completó bocetos y planos para el Puerto de San Blas y luego navegó a Baja California a fines de 1768.
Allí hizo dibujos a escala del área al norte del Cabo de San Lucas y se preparó para su inminente partida a Alta California.
INSTRUCCIONES
Las instrucciones de Gálvez a Costansó, dadas al mismo tiempo que las de Vila y Fagés, exigían primero que el joven ingeniero conociera y ayudara en los asuntos concernientes a sus compañeros oficiales.
Se le ordenó específicamente que:
• Hiciera observaciones de los puertos de San Diego y Monterey,
• Comparara sus hallazgos con las cartas de navegación más antiguas,
• Dibujara nuevos mapas y
• Examinara el campo que rodeaba ambas áreas.
CARGOS
El resto de sus cargos se ocuparon de:
• La construcción de una fortificación adecuada en Monterey,
• El reconocimiento de los puertos de Monterey y San Francisco,
• La preparación de cuentas detalladas para ser enviadas a México y España, y
• Finalmente, su regreso a San Blas una vez terminadas las obras.
JAVIER RIVERA
Terminado este primer encuentro con éxito, el 9 de julio de 1769, el “San Antonio” regresó a San Blas con los enfermos mientras el gobernador Gaspar de Portolá (53), el capitán Fernando Javier Rivera y Moncada (44), el teniente Pedro Fagés Beleta (35), el sargento José Francisco de Ortega (35), el cosmógrafo-ingeniero Miguel Costansó (28), el padre Joan Crespí Fiol (48) y el fraile Francisco Gómez prepararon la marcha hacia el norte en busca de Monterey; y Vicente Vila, Fray Junípero Serra, el fraile Juan Vizcaíno, el capellán fray Hernando Parrón y el cosmógrafo José Cañizares permanecieron en San Diego para fortificar la región y establecer una misión.
BÚSQUEDA
El 14 de julio de 1769, Fagés partió de San Diego hacia el norte con un grupo de 74 hombres en la expedición de Portolá para localizar la bahía de Monterey.
EXPEDICIÓN
La expedición incluyó a voluntarios catalanes, soldados con chaquetas de cuero, indígenas cristianos de Baja California y los frailes Juan Crespí y Francisco Gómez junto con otros oficiales militares.
Aunque el grupo no reconoció la bahía de Monterey cuando la pasaron, exploraron todo el camino hasta la costa de San Francisco.
Los 74 hombres regresaron exhaustos a San Diego el 24 de enero de 1770, habiendo tenido que sacrificar y comerse sus mulas en el viaje de regreso al sur.
FELIPE DE BARRI
En marzo de 1770 Felipe de Barri, en Baja California, fue nombrado gobernador de Baja y Alta California (1770-1775).
GOBERNADOR INTERINO
Pero, dado que Monterey estaba lejos, Fagés tenía rienda suelta para dirigir la Alta California como gobernador interino.
SEGUNDA EXPEDICIÓN
Así, reabastecidos, desde San Diego se inició la búsqueda de Monterey y el 17 de abril de 1770, Juan José Pérez Hernández (45) acompañado de Fray Junípero Serra (57) y el cosmógrafo-ingeniero Miguel Costansó (29), zarpó para el norte.
En la primavera de 1770, el teniente Pedro Fagés Beleta (36) y el gobernador Gaspar de Portolá (54) se unieron a la segunda expedición por tierra, junto con fray Juan Crespí Fiol (49) , doce voluntarios catalanes, siete soldados con chaqueta de cuero, dos arrieros y cinco indios cristianos de Baja California, con el objetivo de establecer una misión católica en Monterey.
MONTEREY
El 24 de mayo de 1770, el padre Juan Crespi (49) y el teniente Pedro Fagés (36) reconocieron Monterey.
EXPLORADOR
Durante 1770, Fagés exploró por tierra las bahías de San Francisco, San Pablo, el estrecho de Carquinez, el río San José y las áreas próximas y se ganó su apodo de «El Oso» mientras cazaba osos cerca de San Luis Obispo.
Después de que Portolá dejó California en 1770, el capitán Pedro Fagés quedó a cargo del Presidio de Monterey , como el vicegobernador algo independiente de California Nueva (Nueva California), que, en 1770, pasó a formar parte de Las Californias y luego se dividió de Baja California para convertirse en Alta California .
QUINTO GOBERNADOR
El 9 de julio de 1770, Fagés sirvió oficialmente como quinto gobernador de Alta California, con su cuartel general en el Presidio de Monterey.
DIFICULTADES
Durante su primer año, tuvo dificultades de problemas de crecimiento y abastecimiento.
En la misión de Monterey habían sido abastecidos con suficientes provisiones y materiales para un año.
Además de los cuatro misioneros, estaban allí Fagésy sus 19 soldados.
ADOBE
Ya con eso, Fagés y sus voluntarios colaboraron con los soldados de cuera en la construcción de estructuras más permanentes, esto es, de adobe con techos de tejas, o de troncos que sostenían techumbres de tierra ya que se habla de edificios con techos planos.
150 PERSONAS
Fagés no dice que necesitara repararse o completarse lo que hace pensar que encuadraba todos los edificios donde vivían unas 150 personas.
Fagés, que se encargó de la construcción del presidio (fuerte) español en Monterey, impuso una estricta disciplina a sus trabajadores soldados.
Decidió la cantidad de trabajo que tenían que hacer en un tiempo determinado, castigando duramente a los soldados sorprendidos descansando o enrollando un cigarrillo.
Las fuertes lluvias marcaron la primavera y el invierno de 1770-1, pero Fagés no permitió que el trabajo se detuviera.
PENURIAS
Sus soldados tuvieron que caminar penosamente por el barro hasta el bosque para cortar leña, luego sacar sus mulas del barro y regresar a casa.
No tuvieron la oportunidad de lavar o remendar su ropa durante la semana laboral de seis días; Fagés les dijo que lo hicieran los domingos.
Los domingos, tenían que llevar el suministro de leña para una semana para la cocina de Fagés y buscar su propia agua en el río Carmel, a unas seis millas de distancia; limpiar sus armas; y pasar la inspección.
Este régimen de trabajo duró año y medio.
Los soldados de Fagés lo veían como un tirano, hasta que las quejas de los soldados persuadieron al padre presidente Junípero Serra para que interviniera.
Serra le dijo a Fagés que, como cristiano, tenía que observar el sábado y dejar que sus hombres descansaran los domingos.
Los soldados violaron a las mujeres indias y las tomaron como concubinas.
CASTIGOS
A instancias de Serra, Fagés castigó algunos de los incidentes más excesivos de abuso sexual, pero no se detuvo.
A SAN FRANCISCO
En noviembre de 1770, Fagés dirigió una expedición desde Monterey por tierra a la bahía de San Francisco.
En lugar de seguir el difícil sendero de Portolá alrededor de la Bahía de Monterey hasta Santa Cruz y a lo largo de la costa, Fagés encontró una ruta más fácil a través de las actuales Salinas y el Valle de Santa Clara (actual Ruta 101 de los EE. UU.).
MISIONES DE SAN JUAN BAUTISTA/SANTACLARA/SAN JOSÉ
El nuevo sendero de Fagés se convirtió en la ruta preferida, y más tarde se establecieron misiones a lo largo de ese camino en la Misión San Juan Bautista, la Misión Santa Clara y la Misión San José.
Desde el extremo sur de la bahía, Fagés avanzó otro día hasta el campamento más lejano utilizado por los exploradores de Portolá el año anterior, en San Lorenzo Creek en la actual Hayward, en la costa este de la bahía.
Desde allí, los exploradores recorrieron unas millas más al norte, hasta un punto donde la vista se abrió, y se convirtieron en los primeros europeos en ver la entrada a la gran bahía (aunque desde el lado opuesto de la bahía), una posición ventajosa en las laderas. sobre la bahía en la moderna Oakland.
FRANCISCO TEODORO DE CROIX
A fines de junio de 1771, Fagés escribió al virrey Carlos de Croix en México para informarle que se había construido el presidio de Monterey, enviándole un mapa simplificado.
Fagés también había puesto en marcha un gran huerto con suministro de riego y tres parcelas dedicadas al cultivo de trigo, cebada, arroz y frijoles.
CAPITÁN
Sus buenos servicios le hicieron ascender a capitán en 1771 al tiempo que se hacía cargo formalmente, en la práctica desde el año anterior, de la comandancia militar de las Californias.
DESCRIPCIÓN
Describió que los indios del área de Monterey/Carmel tenían cuerpos bien proporcionados; pero espíritus débiles.
También describió su vestimenta:
“Casi todos van desnudos, salvo unos pocos que se cubren con un pequeño manto de piel de conejo o liebre, que no cae por debajo de la cintura.
Las mujeres visten un delantal corto de cordones rojos y blancos retorcidos y trabajados lo más cerca posible, que se extiende hasta la rodilla.
OTRAS
Otras usan el tule verde y seco entretejido, y completan su atuendo con una piel de ciervo medio curtida o enteramente sin curtir, para hacer miserables enaguas que apenas sirven para indicar la distinción de sexo, o para cubrir su desnudez con suficiente pudor”.
Las raciones semanales para los soldados consistían en:
• Dos galones de maíz. Los gorgojos infestaron parte del maíz y la harina.
• Una libra de frijoles,
• Una libra de pinole,
• Media libra de panocha y
• Cuatro libras de carne. La carne, entregada en barriles desde el galeón San Antonio, a menudo resultaba demasiado podrida para comer.
Los soldados complementaron su dieta recolectando hierbas silvestres y cazando gansos los domingos.
INTERCAMBIOS
También intercambiaban sus bienes como ponchos, cuchillos, dagas y pañuelos por comida de los indios.
Las noticias del duro trato de los soldados y las malas condiciones llegaron gradualmente a México, y Alta California se convirtió en una asignación indeseable.
Fagés partió hacia el norte desde San Diego nuevamente en 1772, estableciendo otro sendero nuevo, partiendo del sendero anterior cerca del actual Castaic Junction para continuar hacia el norte por Tejon Pass hacia el Valle de San Joaquín.
La expedición estuvo acompañada nuevamente por fray Juan Crespí , quien llevaba un diario.
GOLDEN GATE
Volviendo a su rastro anterior en la costa este de la Bahía de San Francisco, Fagés pasó su anterior punto de parada, viendo por sí mismo la entrada a la Bahía de San Francisco, ahora conocida como el Golden Gate.
El grupo continuó hacia el norte a lo largo de la bahía de San Pablo, pero el estrecho de Carquinez le impidió ir más al norte .
Siguiendo la bahía hacia el este, el grupo de Fagés escaló las laderas del Monte Diablo y se convirtió en los primeros europeos en ver el delta del río Sacramento-San Joaquín, el Valle Central de California y la cordillera de Sierra Nevada.
Al ver que era imposible cruzar el ancho río sin botes, el grupo dio la vuelta para regresar a San José a través del actual condado de Contra Costa (siguiendo aproximadamente la autopista I-680 de hoy).
Mensajeros de Monterey se reunieron con el partido durante su regreso, informando a Fagés y Crespí de una emergencia.
La otra colonia española, en San Diego, sufría una grave escasez de alimentos.
JOAN CRESPÍ FIOL
Crespí (51) partió de inmediato con un tren de carga para entregar alimentos, pero esto también dejó a Monterey sufriendo.
Los españoles no habían tenido hasta ahora mucha suerte como cazadores en California, pero, desesperado, Fagés ordenó que los soldados partieran en pequeños grupos para cazar al enorme y temible oso grizzly de California.
El propio Fagés se unió a la caza y se ganó el apodo de l’ós mientras cazaba osos cerca de San Luis Obispo .
DIFICULTADES
Encontró ciertas dificultades en las exploraciones de 1772 en su relación con fray Junípero Serra, ya que Fagés se negó en repetidas ocasiones a prestar protección militar al religioso ante la escasez de soldados y de víveres que tenía la expedición.
Los dos hombres no se llevaron bien y Serra pronto hizo planes para trasladar la misión a través de la península hasta Carmel.
PROTECCIÓN MILITAR
Durante estas misiones Fagés se dedicó especialmente a la protección militar de los misioneros y exploradores.
INFORME
A finales de 1773 elaboró un completo informe sobre el estado de las misiones en torno al presidio de San Carlos de Monterey con gran aportación de datos geográficos y etnográficos.
COMANDANTE MILITAR
Hasta 1774 ostentó este cargo, en el que no sólo acometió importantes aspectos relacionados con la administración militar, sino que, gracias probablemente a su formación ilustrada previa, llevó a cabo destacadas exploraciones del territorio con cuidados y detallados registros de cuanto veía.
Fagés discutió con el padre Junípero Serra, presidente de las Misiones Españolas de la Alta California y fue reemplazado el 25 de mayo de 1774 por don Fernando Rivera y Moncada.
INFORME
El 30 de noviembre de 1775 se publicó en México un informe de treinta y tres hojas del propio Fagés en el que analizaba con mucho detenimiento el estado de los territorios bajo su jurisdicción.
Este documento es una rica visión de la historia natural y política de los habitantes de esta región.
Pedro Fagés regresó a Monterey en 1777, nombrado Gobernador de las Californias, en reemplazo de Felipe de Neve.
Monterey reemplazó a Loreto como la capital de las Californias en ese año, la gobernación militar de Loreto fue reemplazada por un comandante de presidio y un administrador civil.
En 1778 se trasladó a Los Álamos en Sonora, donde acometió diversas campañas militares contra los indios apaches en los territorios de Sonora y Sinaloa, con tal grado de éxito que fue recompensado en noviembre de 1778 con el grado de teniente coronel.
Fagés (46) se casó con Eulalia Francesca JosephaCallis (26) el 3 de junio de 1780 en la Ciudad de México.
Nacida el 4 de octubre de 1758 en Barcelona, España, Eulalia era una generación más joven que Pedro Fagés.
Viajó a la Ciudad de México con su madre y su hermano para reunirse con su padre Agustín Callis, capitán de la Compañía Libre de Voluntarios de Cataluña formada para reprimir las rebeliones de los indios pima y seri de Sonora.
“PEDRITO”
En 1781, Eulalia y Pedro viajaron a Arizpe, Sonora, donde Eulalia dio a luz a su primer hijo, Pedrito.
YUMAS
Entre 1781 y 1782 participó activamente en varias campañas contra los indios yumas cerca del río Colorado.
Las dos expediciones punitivas (de castigo) del teniente coronel Pedro Fagés hacia los quechans fueron derivadas de la primera junta de guerra (9 de septiembre de 1781) convocada en Arizpe, Sonora, por el comandante de las Provincias Internas, Francisco Teodoro de Croix-Heuchin (51), quien ordenó a Pedro Fagés rescatar primero a los cautivos de los insurrectos yumas (básicamente mujeres y niños españoles).
RÍO COLORADO
El 18 de octubre de 1781, llegó Pedro Fagés Beleta (47) al margen Oriente del Colorado, pero antes de llegar a dicho paraje vino a encontrarlos un cautivo llamado Miguel Atondo Romero, que era soldado de Buenavista, trayendo carta de Salvador Palma diciendo que si iban en amistad él estaba lo mismo; luego situando en el puerto de la Concepción empezó a negociarse y, frente una multitud de indígenas que parapetada, en el otro bordo pedregoso del cruzadero, cara a cara en la contra orilla del rio, amenazaba desbocarse en sangrienta pelea, pero a cambio de cobijas, cigarros, sombreros y abalorios, Fagés consiguió que los yumas liberaran entregándoles a 62 cautivos.
Causa gran expectación y diversas reacciones en la opinión pública.
2.º GOBIERNO
El 12 de julio de 1782 fue nombrado gobernador de las Californias, reemplazando a Felipe de Neve y Padilla (58), y volviendo a Monterey, que había reemplazado a Loreto como la capital de las Californias en 1777.
Recibiendo del antiguo gobernador unas claras instrucciones sobre el gobierno de dichas regiones.
Estas instrucciones hacían hincapié en la necesidad de mantener la paz en todo el territorio, para lo cual era importante dar buen trato a las “Naciones Gentiles”.
GOBERNADOR
Cuando Fagés fue reasignado a la Alta California como gobernador en 1782, Eulalia y Pedrito permanecieron en Sonora.
Luego viajaron a Baja California bajo escolta militar.
Fagés viajó al sur, a Loreto, para recogerlos.
Fagés comenzó su tarea inspeccionando la fuerza del presidio de San Diego.
La encontró en buenas condiciones que atestigua los cambios ocurridos desde su administración anterior.
Los edificios se hallaban en buen estado.
La muralla se había construido de adobe y Fagés no dice que necesitara repararse o completarse lo que hace pensar que encuadraba todos los edificios donde vivían unas 150 personas.
De igual forma se le encomendó la tarea de expandir los territorios con nuevas exploraciones y fundaciones misionales.
Fagés realizó inmediatamente una visita a sus nuevos territorios jurisdiccionales y detectó graves problemas administrativos y hacendísticos en el presidio de Loreto.
GRAVES DIFICULTADES
Encontró graves dificultades para el abastecimiento y sostenimiento de los establecimientos del norte de las Californias.
Pedro y Eulalia partieron de Loreto en julio y llegaron a Monterrey en enero de 1783.
EMBARAZADA
En la primavera de 1784, Pedro y Eulalia, ya embarazada, viajaron al norte, llevando a Eulalia en una litera, a San Francisco.
Allí se encontraron con el padre presidente Junípero Serra.
A Eulalia le resultaba desagradable el clima en San Francisco y quería mudarse a Santa Clara.
Fagés pidió repetidamente a los frailes que dirigían la misión de Santa Clara que le concedieran hospitalidad a Eulalia allí.
Los frailes, sintiendo que era impropio que recibieran a la señora gobernadora embarazada, fingieron ignorar las insistentes peticiones del gobernador Fagés.
Remitieron el asunto a Serra, quien secundó su postura circunspecta.
Así nació en San Francisco en agosto de 1784 la segunda hija de Eulalia, María del Carmen.
Después de que Eulalia regresó a Monterrey desde San Francisco, siguió presionando a su esposo para que dejara su carrera en California y regresara a México.
Fagés quería quedarse como gobernador.
Después de una serie de peleas, Eulalia rompió relaciones con Pedro.
Cuando Pedro no pareció inmutarse por la separación, Eulalia lo acusó de asociarse con una sirvienta india de su casa.
AMENAZA
Amenazando con divorciarse, Eulalia abandonó la casa.
En febrero de 1785, Fagés buscó el consejo de los frailes de la Misión del Carmelo.
FRAY MATÍAS DE SANTA CATALINA NORIEGA
Fray Matías de Santa Catalina Noriega (49) llegó a la conclusión de que Eulalia todavía tenía la obligación de vivir con su marido y trató de persuadirla para que se reuniera con Pedro.
Eulalia se negó y apeló su caso ante el obispo.
SAN FELIPE
El 18 de abril de 1785, el capitán Pedro Fagés llega al puerto de San Felipe.
AL NORTE
En 1785 realizó un nuevo viaje exploratorio desde la Baja a la Alta California.
Cuando Fagés regresó de un viaje a Baja California, durante el cual Eulalia vivió en la misión Carmel, finalmente accedió a regresar a la casa de su esposo.
En agosto de 1785, el anciano fraile Francisco Palóu (74) llegó a Monterey desde la Misión de Santa Clara, con la intención de regresar a México y retirarse.
CONFIANZA
Fagés le confió a Palóu que Eulalia todavía se sentía infeliz en su casa y que todavía quería regresar a México.
ESCOLTA
Le pidió a Palóu que escoltara a Eulalia hasta Guadalajara.
Palóu objetó que sería impropio de él, un misionero, escoltar a cualquier mujer, incluso a la esposa del gobernador.
En cambio, Palóu pasó un día entero tratando de disuadir a Eulalia de ir a México, señalando todas las dificultades que implicaría el viaje.
Eulalia finalmente cedió y aceptó quedarse en Monterey.
Aparentemente insatisfecho con esa resolución, Fagés puso trabas burocráticas para que Palóu abordara el barco que lo llevaría a México, retrasando la salida de Palóu hasta noviembre.
Fagés procuró mejorar la situación de los antiguos poblamientos solicitando reiteradamente mano de obra especializada para las labores de manufactura imprescindibles, y también se ocupó de buscar los materiales y armas necesarios para mantener en estado de buena defensa los presidios bajo su mando.
FRANCISCANOS
Bajo su mandato los misioneros franciscanos realizaron, a instancia suya, un detallado cuadro del estado de la ganadería, la agricultura y la población de las Californias.
JOSÉ ANTONIO RANGEL
El 24 de marzo de 1786, José Antonio Rangel, Comandante General de las Provincias Internas, autorizó al gobernador de la California, Pedro Fagés Beleta (52), utilizar un “nuevo camino” en lugar del “antiguo” que comunicara la ranchería de La Punta con el paraje de La Grulla.
JEAN FRANÇOISE DE LA PÉROUSE
Según Jean François Galaup, conde de La Pérouse(45), comandante de una expedición científicafrancesa que llegó a la Bahía Monterey de la Alta California en septiembre de 1786, las construcciones junto al presidio consistían únicamente en “chozas miserables de barro” y el aspecto general del fuerte era “solitario e insulso”.
MISIÓN DE SANTA BÁRBARA
Durante el segundo mandato de Fagés como gobernador, se fundó la Misión de Santa Bárbara el 4 de diciembre de 1786.
MISIÓN SAN CARLOS BORROMEO DE CARMELO
Al informar sobre la misión de Carmel en 1787, Fagés describió a los indios de la zona como los más perezosos, los más brutales y los menos racionales de todos los nativos descubiertos entre San Diego y San Francisco.
Consideró que esas cualidades, junto con el clima brumoso y ventoso, la escasez de agua potable, la alta tasa de mortalidad y las barreras lingüísticas, explicaban el progreso dolorosamente lento de la misión Carmel.
En enero de 1787, Fagés escribió una carta al padre Palóu, en la que informaba:
“Hace unos seis meses, Eulalia me llamó de repente una mañana con mil protestas, lágrimas y humildad y me pidió perdón por todo el pasado”.
Confesó voluntariamente que todo había sido una simulación y una falsedad y que ella misma había sobornado a la muchacha india para que participara en el complot… Gracias a Dios ahora vivimos en unión y armonía”.
MISIÓN DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN
Durante el segundo mandato de Fagés como gobernador, se fundó la Misión de la Purísima Concepción el 8 de diciembre de 1787.
Pedro Fagés fue promovido a coronel en 1789.
INCENDIO
Renuncia el 11 de agosto de 1789, debido a que una chispa cayó sobre el techo de la bodega adyacente a los cañones.
Las llamas se propagaron rápidamente por los techos de tule quemando la casa del gobernador, la del sargento, seis bodegas y las casas de siete soldados.
Aproximadamente la mitad de los edificios del presidio quedaron reducidos a cenizas.
RELEVO
A finales de 1789 solicitó al comandante de las Provincias Internas el relevo en el cargo, petición que le fue concedida en mayo de 1790, aunque estuvo formalmente ocupando el cargo hasta noviembre de 1791.
PRESIDIOS
Los cuatro presidios de las Californias, Monterey, San Diego, San Francisco y Santa Bárbara, aumentaron el número de pobladores, elevándose para 1791 a 8.495 habitantes el total de los territorios sujetos al mando de Fagés.
Dimitió del cargo de gobernador el 16 de abril de1791.
CIUDAD DE MÉXICO
Entre 1791 y su muerte vivió en la ciudad de México sin ostentar cargo militar o político alguno.
Murió en México el 26 de diciembre de 1794 a los 60 años, dejando un legado histórico significativo.
Fagés era laborioso, enérgico, un rudo hombre de la frontera y explorador.
Era hábil como cazador y jinete gallardo.
Aficionado a los niños, se agolpaban a su alrededor y rara vez dejaban de encontrar sus bolsillos llenos de dulces.
Era de buena educación y capacidad ejecutiva; irascible e inclinado a la risa por nimiedades, siempre dispuesto a pelear con cualquiera, desde su esposa hasta el padre presidente.
Era bondadoso y se dedicaba a su servicio real, atendiendo a todos los pequeños detalles de su deber oficial, junto con su casa, su caballo y, sobre todo, su jardín en Monterey.
Tecate, B. C., mayo 25 del 2024.