CD. DE MÉXICO, (EL UNIVERSAL).- Óscar Valdez llegó con todas las miradas encima a realizar la primera defensa del campeonato superpluma del CMB, y aunque, de acuerdo a los jueces en turno, salvó la pelea por decisión, la realidad es que el duelo estuvo lejos de ser a su favor.
Así que, más allá del triunfo en la papeleta, el sonorense cargó con un descalabro en su etiqueta de monarca, esa que le permitió acabar con el reinado de Miguel Berchelt, en febrero pasado.
Fue una sesión muy deslucida de Valdez en el Casino del Sol, en Tucson, Arizona, donde al final rescató el triunfo por puntos contra el brasileño Robson Conceicao, aquel que lo había vencido en una final por el oro panamericano.
Las tres tarjetas fueron para Valdez. Dos 115-112, la otra, 117-110, lejos de una realidad que puso en aprietos al campeón en el ensogado, misma que quiera olvidar de inmediato.ADVERTISING
“Estuve en una semana muy difícil, él me conectó varias veces, hicimos lo que teníamos que hacer. Agradezco el apoyo de mi gente. No les pude dar el nocaut porque él estuvo corriendo. Ahora queremos al vencedor entre Jamel Herring y Shakur Stevenson”, adelantó Valdez tras la riña.
Conceicao, siempre escurridizo, cuando no lo lograba, recurría al abrazo o a caminar lateralmente. Su jab molestó durante los doce asaltos al mexicano, que acabó con un corte en el pómulo izquierdo cortesía de un derechazo del sudamericano. El rostro de Valdez terminó bastante golpeado, mientras que el de su rival demasiado limpio para cargar con la derrota.
Con el triunfo, Valdez llegó a 30 triunfos, 23 por la vía del nocaut, mientras que Conceicao sufrió su primer revés como profesional y quedó con 16-1, 8, por la vía rápida.