De acuerdo con un estudio de la Universidad de Oxford, publicado en The Lancet, más de un millón de niños quedaron en orfandad tras perder a sus progenitores a causa del COVID-19.
Una de las afectaciones colaterales de la pandemia de COVID-19 ha sido dejar a la niñez mexicana sin padre, madre o ambos. De acuerdo con la investigación Global minimum estimates of children affected by COVID-19-associated orphanhood and deaths of caregivers: a modelling study, de la Universidad de Oxford, 131 mil 325 niñas y niños quedaron huérfanos.
’’Es posible que los niños no estén muriendo de COVID-19, pero millones ya han perdido o perderán a sus padres y cuidadores antes de que termine la pandemia, creando una epidemia de orfandad a raíz del virus’’, expresa el doctor Hillis sobre su investigación.
Se usaron datos de mortalidad y fertilidad para modelar estimaciones mínimas y tasas de muertes asociadas a COVID-19 de cuidadores primarios o secundarios de niños menores de 18 años en 21 países y después se ubicaron las muertes por COVID-19 desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 30 de abril de 2021.
El estudio reveló que en México 33 mil 342 infantes perdieron a su padre, 97 mil 951 a su madre y 32 a ambos.
En el mundo, desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 30 de abril de 2021, se encontró que un millón 134 mil infantes perdieron a alguno de sus cuidadores principales.
‘‘Este es un llamado a la acción para apoyar a los niños que han perdido a sus seres queridos. Nuestros cálculos pueden ayudar a los responsables de la formulación de políticas a convertir las buenas intenciones en ayuda a la escala adecuada donde más se necesita’’, expresó la profesora Christy Donnelly, que forma parte del estudio.