Hay un baja de producción de maíz de alrededor de 28 millones de toneladas para satisfacer el consumo interno mexicano que es de alrededor de 50 millones de toneladas, ya que se estima que en el año agrícola 2023, incluyendo los dos ciclos productivos, se producirán 22 millones de toneladas de grano blanco y amarillo, sostuvo Juan Pablo Rojas Pérez, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México.
Consideró que la producción agrícola en el país se ha debilitado y desincentivado y persiste el déficit en la producción de maíz blanco, por lo que el faltante tendrá que ser completado con importaciones.
“No hay producción de maíz blanco suficiente en el mundo para sustituir la producción nacional, entonces habrá carencia de este grano en México y se tendrá, por necesidad, que sustituirlo por maíz amarillo”, destacó.
Sostuvo que en el año agrícola 2023-2024 “se prevé una cosecha no mayor a los 18 millones de toneladas”. Los más afectados, los más imposibilitados para acceder a la alimentación serán los más pobres, porque serán los que menos les alcanzarán los recursos para acceder a los alimentos básicos como la tortilla, la leche, los huevos y la carne, entre otros, consideró.
Indicó que la Sader carece de estructura y personal técnico capacitado para recabar la información en campo. Agregó que hay un gran número de población dependiente de los programas asistencialistas, hay políticas públicas discriminatorias y sólo se tiene atención para la población de cero a 30 y de 65 años de edad en adelante y discapacitados, no se brindan apoyos para trabajar a la población de 30 a 65 años de edad.