La Diócesis de Mexicali se une al duelo por el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco
Este martes, a las 9:02 a.m., en las instalaciones del Obispado de Mexicali, el Excmo. Sr. Obispo Mons. Enrique Sánchez Martínez encabezó una atención a medios de comunicación para informar y reflexionar sobre el sensible fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, ocurrido durante la madrugada y confirmado por diversas fuentes confiables tras la circulación de noticias falsas.
Durante su mensaje, el Sr. Obispo compartió detalles sobre el estado de salud del Santo Padre en las últimas semanas, recordándolo como el “Papa de la Misericordia”, cercano a los marginados y promotor de una Iglesia comprometida con los pobres, la justicia social y la dignidad humana. Subrayó además su ejemplo de una política al servicio del bien común, su testimonio de inclusión y su incansable llamado a la paz.
Mons. Enrique explicó también los protocolos eclesiales que se activan con la llamada “Sede Vacante”, incluyendo el cumplimiento del testamento del Papa Francisco, su solicitud de ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor y la realización del funeral pontificio el próximo sábado. Detalló el papel del Cónclave en la elección del nuevo pontífice y confirmó que dos cardenales mexicanos participarán en este proceso de discernimiento universal.
En cuanto a las acciones locales, la Diócesis de Mexicali anunció que este jueves 24 de abril, en la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, se llevará a cabo una Hora Santa a las 6:00 p.m. y, posteriormente, una Misa solemne a las 7:00 p.m., presidida por Mons. Enrique Sánchez Martínez, en memoria del Papa Francisco y en oración por el Cónclave. Asimismo, se realizará el toque de campanas de duelo el sábado (hora por confirmar), uniéndose al funeral celebrado en Roma.
El lunes siguiente, todos los obispos del país concelebrarán una eucaristía especial junto al Nuncio Apostólico de México, en unidad con la Iglesia Universal.
Finalmente, Mons. Enrique Sánchez Martínez hizo un llamado a sacerdotes, diáconos, personas consagradas y fieles laicos de la Diócesis a permanecer en comunión espiritual, reconociendo que la misión de la Iglesia continúa guiada por el Espíritu Santo.
“Agradecemos a Dios el don de su vida y ministerio. Que su testimonio siga iluminando a la Iglesia y al mundo.”