Editoriales

Historias de Baja California (V)

Carlos Mora Álvarez

Con la designación del primer candidato ” oficial ” a la Gubernatura de Baja California, nació un movimiento llamado ” nativista ” que intentaba definir el concepto de nativo, que fuera oriundo pues, el que sería electo como titular del poder ejecutivo estatal, aunque difícilmente en esos años de 1952 a 1953 fuese posible encontrar a personajes con esas características, además de las capacidades y conocimientos incluida la experiencia necesaria, aunque apellidos como Santana y Araiza poseían un liderazgo regional muy aceptable. Realmente el primero en el cargo, fue por designación presidencial con el propósito de encabezar la entidad y convocar a las elecciones del Estado 29 que adquirió ese rango por decreto del Señor Presidente Licenciado Miguel Alemán Valdez en Enero de 1952. Así que el primer Gobernador, aunque con calidad de provisional, fue Don Alfonso García González que inició su mandato el día 26 de noviembre de 1952 concluyendo el 1ro. de diciembre de 1953, cuando toma posesión el primer Gobernador electo del Estado Libre y Soberano de Baja California, don Braulio Maldonado Sández que nació en Baja California Sur, generando la inicial administración estatal hasta el 31 de octubre de 1959, cuando lo sucede don Eligio Esquivel Mendez, que fallece en el ejercicio de su función – sería el primero con ese trágico destino, pero no el último – el día 17 de diciembre de 1964, para ser substituido en el mandato, por el Doctor Gustavo Aubanel Vallejo, quien previamente había sido un extraordinario Alcalde de Tijuana y que en ese preciso momento era un reconocido Diputado Federal, ante el Congreso de la Unión.

El Doctor Aubanel le transfiere el poder, a un apreciado hombre de profundos conocimientos técnicos, el Señor Ingeniero don Raúl Sánchez Díaz Martell, un ser humano de formas suaves, sencillas, respetado por todas y todos los ciudadanos, fue el primer Gobernador al que tuve el gran honor de conocer, aunque esto sucedió años después de entregar el Gobierno al SEÑOR LICENCIADO ( con mayúsculas ) don Milton Castellanos Everardo el día 1ro de noviembre de 1971 al que conocí siendo él el titular del ejecutivo estatal, en el año de 1972, en un día muy especial para el escribiente. El encuentro fue en elantiguo Restaurante ” El Abajeño “, que estaba ubicado donde termina la avenida Revolución e inicia el bulevar Aguacaliente.

Mi Papá es el decano de los industriales fabricantes de muebles, puertas y artículos de madera de Tijuana, aún tiene su negocio a dos cuadras de donde estaba ubicado el añejo comedero. Ese día estaba yo sentado frente a su escritorio y sin esperarlo me dijo textualmente…… ” Gordo, acompáñame, vamos a saludar al Gobernador Castellanos, me acaba de hablar tu tío Fernando del Bosque ( que ya goza de la gloria del cielo, hombre bueno como el que más ) está trabajando con él y quiere que lo conozcas “. Francamente no tenía claro lo que estaba sucediendo, el porqué de la trascendencia del hecho, a mis escasos 10 años recién cumplidos, sin embargo en realidad fue un ejercicio mágico. Jamás olvidaré ese momento, aconteció en el patio central del Restaurant, donde estaba desplegada una mesa enorme, rodeada de personas, prácticamente puros varones, obviamente ningún niño, mi Papá, al que nunca se le ha atorado nada en la vida, en la que va buscando trancas u obstáculos para brincárselos – así me educó – caminó directamente a quien encabezaba la reunión y le dijo: fuerte y de frente, ” Señor Gobernador, quiero que conozca a mi hijo, que algún día ocupará su cargo “, como en la bella melodía, del inmortal José Alfredo Jiménez, los mariachis callaron, don Milton se puso de pie, me estrechó con gran fuerza la mano, y volteando a ver a don Carlos F. Mora Q., le contestó algo que resonó en la amplia explanada donde todos los presentes atestiguaron…. ” Así será sin duda, porque ya tiene un gran padrino, además de un monumental padre “. Antes de concluir, les recuerdo con mucho cariño que en la entrega anterior les conté, Queridas Amigas, Apreciados Amigos, Admirados Lectores, hasta donde me llevó, políticamente hablando, mi nuevo padrino, al que nunca olvidaré y al que tanto le debo y más le agradezco, junto a toda su extraordinaria descendencia.

Añoranzas I:

No encontraba un vínculo para ilustrar alguna anécdota en particular con don Braulio Maldonado, el primer Gobernador electo de nuestra bendita tierra, como ya señalé líneas arriba. Sin embargo, alguien apuntó por ahí que infancia es destino y les comparto de lo que me entere en Querétaro, apenas el pasado 9 de febrero en una cena familiar con mis adorados Tíos los Zaldumbide Fernández. Resulta que la campaña del Sur Californiano, arrancó precisamente en la añorada casa de mi bisabuelo, don Manuel Fernández, abuelo de mi idolatrada Madre. Qué tal la hazaña para enriquecer las Historias de Baja California.
Añoranzas II:

Fueron tres hijas y un hijo, los que tuvieron Don Manuel Fernández y Doña Angelina Bobadilla, mis increíbles bisabuelos a los que recuerdo con un gran amor: el tío Pepe – el menor – la tía Olga, mi abuela Consuelo y mi tía Evangelina madre de mis tíos los Zaldumbide Fernández, Don Pedro, Doña María de los Angeles, Doña Lucia Catarina y Don Ricardo Manuel, que hoy orgullosamente celebran casi una docena de hijos y más de ese número de nietos. Qué hermosa familia tengo.

Hasta siempre, buen fin.