
Prevost se convierte así en el primer papa originario de Estados Unidos
La Iglesia católica tiene nuevo líder. Robert Francis Prevost, nacido en Chicago y de 69 años, fue elegido este jueves como el papa número 267 en la historia del cristianismo, adoptando el nombre de León XIV.
El anuncio fue hecho a las 18:07 horas (tiempo local) desde la tradicional chimenea de la Capilla Sixtina, cuando el humo blanco comenzó a elevarse, confirmando la decisión del cónclave de 133 cardenales que se reunió desde la tarde del 7 de mayo. Minutos después, las campanas de la basílica de San Pedro comenzaron a repicar, mientras miles de fieles se congregaban en la Plaza vaticana para ser testigos del momento.
La proclamación formal la realizó el cardenal protodiácono Dominique Mamberti, quien apareció en el balcón central de la basílica y pronunció en latín la tradicional frase: “Habemus Papam” (“Tenemos papa”). Fue entonces cuando León XIV apareció por primera vez ante el mundo, saludando a una multitud jubilosa reunida bajo el cielo romano.
Prevost se convierte así en el primer papa originario de Estados Unidos, marcando un hito en la historia del papado. Su elección cumple con las reglas del cónclave, que exigen una mayoría de dos tercios entre los cardenales electores, es decir, al menos 89 votos de los 133 participantes.
Con su nombramiento, León XIV sucede a Francisco (Jorge Mario Bergoglio), quien fue elegido en 2013. En comparación, el cónclave de Francisco requirió cinco votaciones, mientras que Benedicto XVI fue elegido en la cuarta y Juan Pablo II en la octava. En el siglo XX, los cónclaves más prolongados fueron los de Pío XI, con 14 rondas de votación en 1922, y Juan XXIII, con 11 en 1958.
La elección de León XIV no solo representa una nueva etapa para la Iglesia católica, sino también un símbolo de su creciente carácter global, con un pontífice norteamericano al frente por primera vez en la historia.
Con información de Baja News