Emma Coronel revela a detalle cómo vivió la caída de El Chapo: capturas, fuga del Altiplano y el día que lo extraditaron

El testimonio de la esposa del capo revela, desde la intimidad familiar, los momentos de mayor tensión y miedo
La captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán en Mazatlán en 2014 representó uno de los episodios más tensos en la vida de Emma Coronel Aispuro.
Detalles de esa madrugada, en la que estaba con sus hijas pequeñas en un hotel de Miramar, han sido narrados por la propia exreina de belleza en el documental “Married to El Chapo: Emma Coronel Speaks”, donde relató cuáles fueron sus grandes temores ese día, así como cuál fue la reacción de Guzmán Loera.
Un encuentro imprudente
Tras el nacimiento de las hijas gemelas que tuvo con El Chapo, Emma Coronel decidió regresar a México, tratando de mantener la vida familiar lejos del foco público hasta los acontecimientos que desembocarían en la segunda detención de su esposo.
Emma Coronel cuenta que el 21 de febrero de 2024 recibió la invitación de su esposo para verlo junto a sus hijas en un hotel en Miramar, en la ciudad costera de Mazatlán.
Coronel relató: “Me habló y me dijo, ‘Van a pasar por ti para que vengas a verme’. Joaquín quería ver a las niñas, me imagino que también quería verme a mí”.
Días antes, “El Chapo” había logrado escapar de una persecución en la ciudad de Culiacán. La modelo confesó que en ese momento pensó: “‘Bueno, pues ¿por qué no esperaste a que se estuviera un poco más calmado para llevarnos?’”, sin embargo, accedió a los deseos de su esposo.
La familia llegó al hotel, cenó y se preparó para dormir. Las hijas eran muy pequeñas y, según Coronel, su principal preocupación era la seguridad de las menores.
Alrededor de las cuatro de la mañana del 22 de febrero, la calma se rompió.
“Como a las cuatro de la mañana nos tumbaron la puerta. Había personas gritando su nombre, ‘Joaquín, Joaquín.’ Él se metió al baño en el cuarto y—estaban (las Fuerzas Federales) en cinco segundos apuntándome con armas largas. Yo creo que es el momento que más miedo he sentido porque también, pues al lado estaban mis hijas. Entonces, de miedo a la muerte creo que fue en esos momentos”, relató Coronel.
La exreina de belleza describió el momento en que Guzmán se entregó para evitar más tensiones: “Ya él con que escuchó que me estaban ya como aventando con las armas, ya salió y dijo, ‘Ya, ya. Aquí estoy, aquí estoy’”.
Luego del operativo, Coronel, la niñera y la cocinera fueron llevadas detenidas. “Nos tuvieron esposadas, vendadas de los ojos. Yo estaba muy estresada porque no estaban mis hijas conmigo… Esos momentos se te hacen una eternidad”, recordó.
Según la versión de las autoridades mexicanas, en el operativo fueron desplegados 65 elementos de la Marina en un operativo discreto que inició minutos antes de las cuatro de la mañana.
Los agentes federales, apoyados por inteligencia nacional y de Estados Unidos, lograron acceder al edificio, sometieron al vigilante y luego subieron silenciosamente a través de elevador y escaleras hasta ubicar la puerta del departamento donde dormía Guzmán. Cuando los marinos irrumpieron en la recámara principal, el objetivo intentó alcanzar un “cuerno de chivo”, pero fue reducido tras forcejeos y golpes que le dejaron rastros visibles en el rostro. Su camiseta fue rasgada y permaneció bajo control hasta la llegada del resto de los efectivos. A las 6:40 horas, fue oficialmente detenido, fotografiado y trasladado en una camioneta y luego en un helicóptero hacia las instalaciones militares.
La fuga de El Altiplano
El episodio de Mazatlán expuso a Emma Coronela riesgos que nunca había experimentado. La presión mediática, el temor a represalias y la incertidumbre sobre la seguridad de sus hijas se convirtieron en elementos habituales de su vida cotidiana.
A pesar de todo, Coronel continuó visitó a Guzmán en prisión. Durante esas visitas, él se mantenía confiado de que pronto recobraría la libertad, por lo que confiesa que no tenía miedo o pensó que su esposo estaría encerrado por mucho tiempo: “Él me aseguraba: ‘Todo va a estar bien, tranquila, voy a salir pronto’”.
Cuando ocurrió la fuga de El Chapo del penal de máxima seguridad de El Altiplano en 2015, Coronel sostuvo que solo conoció los detalles a través de la televisión.
“Pues se escapó, se escapó, yo no estaba ahí pero se escapó, todo eso lo transmitieron en vivo en la tele, te estoy contando porque yo no estuve ahí para verlo, se escapó de una cárcel de máxima seguridad en México por la regadera… qué más te digo”, dijo Coronel
Ante cuestionamientos sobre su intervención en el plan de la fuga del capo, Coronel se mostró inquieta y se negó a responder la pregunta con la cámara encendida, por lo que en el documental sólo se aprecia cuando ella menciona: “Quería explicarlo de una forma que después no me afecte”.
Durante el juicio a El Chapo, Dámaso Lópezdetalló que Emma Coronel Aispuro desempeñó un papel clave en la planificación y ejecución de la fuga del penal de máxima seguridad de El Altiplano en 2015.
Según las autoridades lograron documentar, fue mensajera y coordinadora, transmitiendo órdenes y logísticas entre Guzmán, sus hijos y otros asociados fuera de la prisión; participó en reuniones donde se discutió el plan; introdujo clandestinamente un reloj con GPS escondido en comida para que los constructores del túnel localizaran el punto exacto bajo la celda; y pagó sobornos.
La fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán del penal de máxima seguridad de El Altiplano en Almoloya, Estado de México, el 11 de julio de 2015, fue un evento de alto perfil que implicó la construcción de un túnel de más de 1.500 metros desde la ducha de su celda, precisamente en un punto ciego de las cámaras de seguridad. El túnel estaba bien ventilado, iluminado, equipado con rieles y una motocicleta adaptada para transportar herramientas y extraer escombros.
Emma Coronel se declaró culpable de delitos de tráfico de drogas, lavado de dinero y conspiración para ayudar en la evasión de su esposo. Fue sentenciada a tres años de prisión en Estados Unidos en noviembre de 2021 y recuperó la libertad en septiembre de 2023, tras cumplir casi dos años de condena.
La tercera captura
Después de la fuga del Altiplano y durante meses de intensa búsqueda, Joaquín “El Chapo” Guzmánfue recapturado el 8 de enero de 2016en Los Mochis, Sinaloa.
La operación fue denominada Operación Cisne Negro y estuvo a cargo de las Fuerzas Especiales de la Armada de México. El despliegue culminó con un tiroteo mortal dentro de una vivienda de la ciudad, donde elementos federales lograron someter a Guzmán, quien intentó resistirse a la detención.
Días antes de ese operativo, Emma Coronel relató que ella, sus hijas y el propio Guzmán celebraron juntos Navidad; ese fue el último encuentro en libertad con su esposo.
“Días previos a la Navidad, habíamos estado mis hijas y yo con él tirando cohetes artificiales en una cena con otra amiga y su esposo, con su niña, y esa fue la última vez que lo vi”, recordó.
Cuando El Chapo fue arrestado, Coronel supo de los hechos a través de los medios de comunicación. Describió esa etapa como una de fuerte impacto emocional.
“Son muchas emociones. Tristeza, estrés, molestia, preocupación. Entonces, en esos momentos se sienten muchas cosas a la vez y piensas de todo. Creo que fue el siguiente día que yo iba manejando, estaba manejando en sentido contrario y fue un shock para mí cuando me di cuenta, y es como si de repente, a la vez de tanto estrés, en dónde estaba mi cabeza, ¿me explico? De que yo creo que no estaba. Estaba en todas partes menos donde debería de estar”, narró Coronel en el documental de la cadena Oxygen True Crime.
La extradición
A partir de esa detención, Guzmán fue recluido nuevamente en el penal del Altiplano, pero la presión internacional aceleró la solicitud de extradición a Estados Unidos. La esposa del capo relató que, para su marido, ese proceso fue especialmente devastador, ya que la extradición era uno de sus mayores temores.
Coronel describió así el momento: “Llegaron como un día normal, le tocaron la puerta, le dijeron, ‘Cámbiate porque nos vamos’, sin saber a dónde. No se da cuenta hasta que está cruzando la frontera en un avión, pues que viene a Estados Unidos”.
Y confesó: “Sentí mucha tristeza porque, pues, sabía que era uno de sus temores… pues ya se hizo realidad”.
Tras su extradición, Joaquín Guzmán Loera fue juzgado y finalmente sentenciado a cadena perpetua por delitos de narcotráfico, lavado de dinero y crimen organizado.
Durante el juicio en Nueva York, Coronel decidió asistir todos los días: “Voy a ir a la corte todos los días para poder estarlo viendo porque era la única forma de verlo y de mostrarle un apoyo, un apoyo emocional”.
Emma Coronel, por su parte, declaró que a partir de la condena perdió todo tipo de contacto directo con su esposo: “No tengo ningún tipo de comunicación con él. No sé por qué no me han autorizado ni visita, ni llamada. Ya no lo volví a ver físicamente”.
Con información de Infobae