Editoriales

El viejo y el nuevo sistema electoral 

Es bueno platicarles y que lo sepan las nuevas generaciones y he de empezar citando al maestro Don Jesus Reyes Heroles uno de los mejores y más preparado ideólogo mexicano quien acuñó la frase “en política, la forma es fondo”.

Me voy a referir pues, a ese viejo sistema político mexicano de un solo Partido con una oposición endeble tanto en las izquierdas como a las derechas, en donde la palabra del presidente era la palabra mayor, tal como lo relata en su libro el escritor Luis Spota; al PRI de los sexenios antes de la llamada era liberal.

Para elegir al candidato a la presidencia de la república, el presidente en turno a través de uno de sus secretarios daba a conocer una lista de posibles sucesores y todos ellos emanaban del gabinete en turno; por su parte el presidente del partido gobernante realizabas uno auscultación entre lo que se llamaban los tres pilares del partido, uno el sector obrero, otro el sector campesino y uno más, el de las clases medias, el sector popular.

Cuando el presidente de la república tomaba la decisión se lo comunicaba al elegido y normalmente era el secretario general de la confederación de trabajadores mexicanos la poderosa central obrera CTM quien a nombre de los sectores del PRI, se pronunciaba por el candidato.

Inmediatamente entraban las negociaciones entre el Presidente y el candidato para seleccionar a quien serían senadores y diputados federales y estos se sorteaban entre los tres pilares o sectores del PRI y mediante encuestas internas iban saliendo aquellos que de antemano habían sido, se decía, “palomeados”.

Una gran verdad eras, que la elección no la decidía el voto popular, sino la selección dentro del partido, por tal motivo candidato palomeado seguro ganador de la elección constitucional.

El control absoluto de la elección estaba en manos de la secretaría de gobernación en coordinación con todos los gobernadores de los 29 estados de aquel entonces, quienes se responsabilizaban localmente de los resultados finales.

Estamos en este momento viviendo una etapa similar, con un presidente que en forma directa dio a conocer hace mucho tiempo el nombre de los integrantes del gabinete de donde saldrá quien lo sustituirá; pero como en antaño el dará a conocer al ungido.

No tiene MORENA división de sectores, pero el presidente de este partido ha proclamado que el candidato saldrá de una encuesta que se realice en forma universal en toda la república, mientras los nombrados han venido haciendo campaña para darse a conocer; esto último, es lo único que distingue a MORENA del PRI.

Y así como en los viejos tiempos antes del neoliberalismo, hoy el partido en el poder enfrenta a una oposición debilitada, pero también como en antaño con una clase media sentida; esto podría ser la diferencia.