
El peso mexicano inicia la jornada en niveles no vistos desde mediados de 2024, con el tipo de cambio moviéndose en una zona técnica clave
El peso mexicano comenzó la sesión de este día cotizando alrededor de 17.98 pesos por dólar, un nivel que no se observaba desde julio de 2024 y que confirma un arranque con tendencia sólida. El tipo de cambio se mueve en una zona técnica y psicológica relevante, donde suelen presentarse tanto flujos de continuidad como ajustes por toma de utilidades, en un contexto de elevada cautela entre los inversionistas.
Mercado cambiario atento a indicadores económicos de Estados Unidos
La atención del mercado financiero se concentra casi por completo en Estados Unidos, donde se darán a conocer indicadores económicos de alto impacto, como las nóminas no agrícolas, la tasa de desempleo, las ventas minoristas y los PMI manufacturero y de servicios. Aunque se trata de datos externos, su publicación suele tener un efecto directo sobre el tipo de cambio peso-dólar.
Un reporte laboral más fuerte de lo previsto —tras el dato previo de 119 mil empleos y con una tasa de desempleo estimada en 4.4%— podría fortalecer al dólar en el corto plazo y provocar un rebote técnico del USD/MXN. En contraste, cifras por debajo de las expectativas reforzarían la narrativa de desaceleración económica en Estados Unidos y abrirían espacio para una mayor apreciación del peso, incluso hacia niveles de 17.90 a 17.95 unidades por dólar.
Factores locales mantienen un balance sin choques inmediatos
En el ámbito interno, las noticias tienden a compensarse y no generan, por ahora, un impacto disruptivo sobre el mercado. Destaca la firma de un nuevo acuerdo entre México y Estados Unidos sobre el manejo de aguas residuales del Río Tijuana, lo que contribuye a reducir tensiones bilaterales y elimina un foco de riesgo político que había sido seguido de cerca por los inversionistas.
Por otro lado, la encuesta más reciente del Banco de México (Banxico) mostró un nuevo ajuste a la baja en la expectativa de crecimiento del PIB para 2025, confirmando un enfriamiento gradual de la economía. Si bien este factor limita el optimismo macroeconómico de mediano plazo, no ha sido suficiente para debilitar al peso, debido al atractivo del diferencial de tasas y al contexto monetario internacional.
Comercio exterior y reacomodo geoeconómico presionan el panorama
En el frente comercial, continúan los titulares relacionados con el reordenamiento geoeconómico global. China reiteró su llamado a México para revisar el incremento de aranceles aplicado a países sin tratado comercial, mientras que datos recientes muestran que México, Canadá y China han perdido participación en las importaciones de Estados Unidos.
De forma paralela, India propuso avanzar en un acuerdo comercial con México para amortiguar el impacto del nuevo esquema arancelario. Estos movimientos reflejan un entorno de negociaciones activas y fricciones latentes en materia comercial, que representan un riesgo de mediano plazo, aunque por ahora el mercado los interpreta más como presión negociadora que como un choque inmediato para los flujos financieros.
Mensaje político y perspectivas para el peso mexicano
Desde el ámbito político, la presidenta Claudia Sheinbaum subrayó nuevamente la fortaleza del peso como un indicador de estabilidad macroeconómica y de mejores perspectivas hacia 2026. No obstante, en el muy corto plazo, los participantes del mercado parecen otorgar mayor peso a los datos económicos de Estados Unidos que al discurso local.
Para la sesión de hoy, el escenario base apunta a una alta sensibilidad del peso mexicano frente a los indicadores estadounidenses, con la posibilidad de consolidarse por debajo de las 18 unidades si el dólar se debilita. Sin embargo, la cercanía a niveles técnicos clave también eleva el riesgo de movimientos bruscos intradía. Un rango estimado para la jornada se ubica entre 17.90 y 18.10 pesos por dólar, con la dirección final determinada por el tono de los datos de empleo y actividad económica en Estados Unidos.
Con información de Publimetro