Política y Economía

El Gobierno acuerda con los sindicatos subir el salario mínimo un 8% hasta los 1.080 euros mensuales

Tras el peor año para los precios desde la década de los ochenta y en el que 24 millones de españoles perdieron poder adquisitivo, el Gobierno ha acordado con los sindicatos una subida del salario mínimo interprofesional (SMI) del 8% durante 2023 hasta alcanzar los 1.080 euros mensuales en 14 pagas. Así lo ha anunciado este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el pleno del Senado donde tiene el primer cara a cara del año con el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo. El acuerdo, que beneficiará a los cerca de dos millones de trabajadores que menos cobran, se ha cerrado tras dos reuniones celebradas este martes entre los representantes del Ministerio de Trabajo y los sindicatos y pese al rechazo de la patronal CEOE. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, había convocado a mediodía a Pepe Álvarez y Unai Sordo, secretarios generales de UGT y CC OO, respectivamente, para cerrar el pacto, tras una reunión previa de carácter técnico celebrada esta mañana, a la que la patronal se negó a acudir. Con este acuerdo, el Ejecutivo se acerca a su compromiso de elevar el SMI hasta alcanzar el 60% del salario medio español, como marca la Carta Social Europea.

Yolanda Díaz ha presionado durante estas semanas para que la revalorización del SMI evite la pérdida de poder adquisitivo a los trabajadores con los sueldos más bajos. La inflación golpea el bolsillo de las familias desde el año pasado. Para tratar de contrarrestar el mordisco de la subida de precios, el Ejecutivo ha aumentado un 8,5% las pensiones este año y también ha mejorado el sueldo de los trabajadores públicos (un 2,5% más un punto adicional en función de objetivos en 2023). Muchas empresas también han incrementado la retribución de sus empleados, algunas en dos dígitos para compensar la inflación, aunque la media de subida en los convenios ronda el 2,8%. Pero los precios han corrido más rápido. El Gobierno de coalición tenía cierto interés en cerrar cuanto antes la revalorización del salario mínimo porque, en pleno año electoral, le hubiera resultado complicado explicar a los ciudadanos que subía la pensión un 8,5% a los jubilados que más cobran, pero limitaba el incremento para los trabajadores más precarios.

“Es evidente que el poder adquisitivo se ha reducido, una parte es responsabilidad de la política, pero otra parte la tienen las grandes empresas. Hay que decirlo sin tapujos”, ha dicho el presidente en el Congreso. La cifra del aumento del salario mínimo ha pasado en las últimas semanas al debate político en pleno año electoral. Díaz se ha alineado con los sindicatos y ha defendido un incremento cercano al 8,2%, el tramo alto de las cinco propuestas planteadas por el comité de expertos convocado por Trabajo para que definan cuál es el 60% del salario medio en España. Los expertos han sugerido que los incrementos tenían que estar entre el 4,2% y el 8,2% para alcanzar esa cota. Mientras tanto, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, insistía en atraer a la patronal para que junto a la subida del SMI se acordara un gran pacto de rentas para todos los trabajadores. Además, Calviño quería esperar a conocer el dato de inflación de enero antes de cerrar cualquier pacto. El INE constató el lunes que los precios volvieron a subir en enero tras cinco meses a la baja (5,8%) y la inflación subyacente, que excluye los precios energéticos y alimentos no elaborados, más volátiles, alcanzó el máximo desde 1986. La decisión final del Gobierno ha sido avalada por La Moncloa, justo el mismo día en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta a Alberto Nuñez-Feijóo en un debate en el pleno del Senado.

Ausencia de la patronal

La jornada de hoy para acordar el SMI estaba marcada en rojo por los responsables del Ministerio de Trabajo. Comenzó con el plantón de la CEOE, que el lunes por la noche ya justificó que “no se dan las condiciones” para acudir a esas conversaciones. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha criticado este martes la actitud del Gobierno en las negociaciones. El dirigente vasco acusó al Ejecutivo de no querer tratar la situación del sector agrario ni la de los contratos públicos que se verían afectados por el alza salarial. “Si no se va a hablar de eso (la situación de los agricultores y los contratos del sector público) pues que nos digan la cifra y ya está”, ha señalado Garamendi. “Los expertos no me tienen nada que decir. Está la horquilla, ¿y?”, respondió el presidente de la patronal tras preguntarle por las propuestas presentadas por el comité de expertos convocado por Trabajo. Garamendi insistió en que no tiene sentido enviar nadie a negociar porque no han recibido ninguna propuesta del Gobierno ni se ha dado respuesta a la que formuló la patronal en su día, consistente en un alza del SMI del 4% para 2023, hasta los 1.040 euros brutos mensuales. La CEOE mantiene esa propuesta, que supedita al establecimiento de un régimen de deducciones aplicables al sector agrario y a una modificación de la normativa de la Ley de contratos del sector público para repercutir el incremento del SMI en los contratos en ejecución. Además, de los responsables de Trabajo en la reunión han participado Fernando Luján, vicesecretario de Política Sindical de UGT, y Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical de CC OO.

El secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey, afirmó antes de la reunión: “Lamento profundamente” que la CEOE haya decidido no asistir. “Yo creo que una medida que afectará a millones de personas no puede tener una patronal ausente, no puede tener una patronal que no venga a escuchar lo que el Gobierno tiene que decir (…). Es una irresponsabilidad”, subrayó Pérez Rey. El secretario de Estado ha animado a la patronal a “que reflexione” y regrese a la mesa de negociación porque “no puede desentenderse de una cifra que es decisiva” tanto para los trabajadores como para las empresas. “No es de recibo que en una de las decisiones más importantes en materia laboral que se va a tomar en 2023 la patronal no esté en la mesa. Nos apena y queremos que reflexione”, ha insistido.

El encuentro de este martes se ha producido después de que el dato avanzado del IPC de enero haya arrojado un aumento de la tasa interanual de inflación de una décima, hasta el 5,8%, y que la inflación subyacente haya escalado hasta el 7,5%, su cota más alta desde diciembre de 1986, lo que ha llevado a los sindicatos a insistir en la necesidad de subir ya el SMI.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha afirmado que la postura de CEOE de no asistir a la reunión de hoy con el Ministerio de Trabajo para abordar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) es “estética” y se basa en “excusas poco razonables”. Álvarez ha vinculado la ausencia de la patronal en la reunión de este martes con las críticas a los empresarios que han lanzado en las últimas semanas algunos miembros del Gobierno. “El debate político en España, como en todo el mundo, trae opiniones, que no insultos, en relación con las empresas”, ha argumentado el dirigente sindical en declaraciones a RNE. En unas declaraciones posteriores en las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid, Álvarez ha instado a la CEOE a “tener un poco de cintura y aguantar”, lo que se está opinando sobre las empresas, porque “es verdad que en este país hay mucha gente que se está forrando mientras otra mucha gente lo está pasando muy mal porque no se le están subiendo los sueldos”.

Fuente:MSN