Editoriales

 El Cuidado de los Animales 

TRUCOS PARA DAR PASTILLAS A LAS MASCOTAS

Hay pocas cosas con peor sabor que las medicinas. Los humanos sabemos bien lo desagradable que es tomar algunos jarabes o pastillas.  

A los medicamentos de uso infantil se les añaden saborizantes para evitar que los niños rechacen el tratamiento. Sin embargo, una vez que se supone que tenemos suficiente fuerza de voluntad para tragar algo de mal sabor por el convencimiento de que nos hará bien, deja de ser necesario azucararlo. Ahora bien, ¿qué ocurre con nuestras mascotas? ¿Es necesario usar saborizantes para dar pastillas a perros y gatos?

Cualquiera que tenga mascotas sabe que hay dos opciones a la hora de dar pastillas a perros y gatos: 1. Que haya que camuflagearlo, de la manera más ingeniosa posible, o 2. que se lo coman directamente.

Del mismo modo que los fármacos para humanos, los de uso veterinario suelen estar fabricados a base de principios activos con sabores amargos. Esto es así porque muchos proceden de sustancias que las plantas usan como defensa para evitar ser ingeridas por los herbívoros, de ahí que no tengan un sabor precisamente agradable. Si nuestras mascotas rechazan el medicamento será porque destaca el sabor de esos principios activos. Sin embargo, cuando los comen con gusto, suele deberse a que tienen saborizantes.

En el caso de los perros, es habitual que estos tengan sabor a carne, aunque para los gatos hay más opciones y muchas curiosidades al respecto. Esto facilita muchísimo la administración, pero a veces no queda más remedio que camuflagear el fármaco y para eso hay muchas opciones posibles.

¿Como podemos darles líquidos?

Levantando la cabeza de la mascota y así con la cabeza levantada elevar con nuestros dedos el labio superior para depositar detrás del espacio dental que queda entre el colmillo y el primer premolar, pequeñas cantidades del líquido medicinal para estimular a que lo vaya deglutiendo con el lengüeteo. Esto se debe hacer sin dejar de mantener elevada la cabeza del paciente.

¿Cómo podemos dar pastillas a perros y gatos?

Supongamos que el fármaco que tenemos que administrar a nuestra mascota no tiene buen sabor. En ese caso, no queda más remedio que recurrir a ciertos trucos; ya que, como los niños, no se les puede convencer de que deben tomarlo para sentirse mejor.

Lo más típico, si se trata de una pastilla, es esconderla en un trozo de comida, como una salchicha. Pero en estos casos pueden pasar dos cosas. Por un lado, que el animal no tenga apetito por la afección que se quiere tratar. En ese caso, no querrá comerse el trozo de salchicha. Por otro lado, es posible que, al empezar a comer, note la pastilla en el interior del alimento y la escupa. Si eso ocurre, habrá que recurrir a otrasestrategias.

Una de estas tretas consiste en Abrir bien la mandíbula de su perro y alzar su cabeza.

Para dar pastillas a los perros, podemos introducirlas nosotros mismos. Esto se hace siguiendo varios pasos. Primero se sujeta con una mano el hocico por la parte superior y se agarra la mandíbula inferior con la palma de la mano. Después. con ambas manos, se debe presionar suavemente los labios del perro,a la vez que se tira de la mandíbula hacia arriba. Esto se hace porque normalmente los perros, abren la mandíbula ante esta presión ya que tienden a no cerrarla por miedo a morderse las mejillas. 

A continuación, se suelta la mandíbula inferior, pero se mantiene sujeta todavía la superior y, con la mano libre, se toma la pastilla y se coloca en la boca, lo más cerca posible de la garganta. Ya solo quedaría cerrarle la boca y mantenerla sujeta con una mano, a la vez que se acaricia suavemente la garganta con la otra. De este modo, facilitamos que la pastilla descienda. 

¿Qué hacemos con los gatos?

Con los gatos, es recomendable inmovilizarlos primero para que no puedan arañar. Esto se puede hacer con lo que se conoce como la técnica del burrito o del taco. Consistente en rodear al animal con una toalla, como un bebé, de manera que las patas queden inmovilizadas; pero que la cabeza sobresalga por la parte superior de la toalla.

Después, para darle la pastilla, el primer paso será inclinarle la cabeza hacia arriba. Luego se debe rodear su cabeza con los dedos índice y pulgar, haciendo una U invertida sobre su frente. De este modo, al presionar con delicadeza, se va abriendo la mandíbula. Para que se abra completamente, después se coloca el dedo índice en la punta del mentón del gato, entre los colmillos inferiores, y se presiona un poco hacia abajo. Ya solo queda dejar caer la pastilla en la parte posterior de la lengua y cerrar la boca. 

Tanto después de dar pastillas a los perros como a los gatos, es importante proporcionarles mimos y algún premio, ya que no deja de ser una situación estresante para ellos.

Productos para administrar los fármacos a las mascotas

Puede que no podamos o no queramos introducir la pastilla en la boca de nuestro amigo peludo directamente usando la mano. Por eso, en las tiendas para mascotas se venden algunos productos que nos hacen la vida más fácil.

Es el caso de las cápsulas vacías. Son capsulitas sin sabor que enmascaran el mal gusto de los fármacos y resultan más agradables de tragar. También existen chucherías con un hueco destinado a introducir la pastilla. E incluso una especie de jeringas que se llevan a la parte posterior de la boca de perros o gatos y facilitan depositar la píldora, sin que nosotros mismos tengamos que llevarla hasta allí usando la mano.

Tira pastillas

Los sabores favoritos de perros y gatos

Como con los niños, lo más cómodo sería que nuestras mascotas se coman el medicamento sin necesidad de artimañas. Y para eso es importante que tengan un sabor agradable.

En el caso de los perros, se suelen preparar medicamentos con sabor a carne. Mientras que en el caso de los gatos hay más variedad, desde el pescado hasta el hígado de pollo. De hecho, precisamente por esa variedad, en 2022 un equipo de veterinarios de la Universidad de Wisconsin-Madison llevó a cabo un estudio dirigido a analizar cuál es el sabor favorito de nuestras mascotas felinas.

Para ello, se usaron distintas fórmulas no medicamentosas a base de agua o aceite a las que se añadieron 10 sabores distintos. No se logró encontrar un sabor ganador, pues dependía mucho de cada gato. Pero hubo tres datos interesantes, como el de que a los gatos no les atraen los sabores dulces porque los gatos no tienen los genes que permiten saborear el dulce. Por lo tanto, rechazan algo endulzado porque en realidad no pueden percibirel sabor azucarado como lo hacemos nosotros. También se ha visto que a los gatos les gustan más las fórmulas con base de aceite más que las de agua, independientemente del sabor. Aunque sobre todo el pollo y el pescado resultaron muy agradables a la mayoría de gatos participantes en este estudio

Artículo publicado por Azuzena Martín.

Revisión MVZ Fidel Lozano Gaspar.

HOSPITAL VETERINARIO DR. BLUE