Policiaca

El cuerpo del líder de la tribu Yaqui es localizado en fosa clandestina

Autoridades de Sonora confirmaron esta noche que los restos localizados en una fosa clandestina en la comunidad de Vícam, en el municipio de Guaymas, corresponden al líder de la tribu yaqui, Tomás Rojo Valencia, de 54 años, reportado como desaparecido desde el 27 de mayo.

Rojo Valencia encabezó la defensa del agua en Sonora en 2012, cuando el Gobierno del estado anunció la construcción del Acueducto Independencia para llevar el líquido desde la cuenca del río Yaqui hacia la capital Hermosillo, de donde actualmente se abastece a más de 300 mil personas.

A finales de mayo, su hijo acudió ante Ministerio Público para denunciar que su padre salió a caminar para ejercitarse al amanecer, pero no regresó, en la comunidad yaqui de Vícam, uno de los ocho pueblos que habita la tribu entre los municipios de Guaymas y Cajeme.

El 1 de junio, el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prometió que habría justicia por la desaparición de Tomás Rojo Valencia.

16 días después, el 17 de junio, autoridades informaron sobre el hallazgo de un hombre semienterrado en una fosa clandestina en la comunidad de Vícam. Aunque la ropa y los accesorios que tenía encajaban con los reportados la última vez que vieron a Rojo con vida, personal de servicios periciales del estado de Sonora, noroeste de México, realizaron pruebas de ADN a los restos humanos para confirmar a quién pertenece el cuerpo.

El sitio del hallazgo se ubica en las inmediaciones de Vícam, capital de la tribu yaqui, entre los municipios de Cajeme y Guaymas, al sur de Sonora, y a unos 12 kilómetros del domicilio de Rojo Valencia.

Rojo Valencia y Mario Luna encabezaron la llamada guerra por el agua en el estado de Sonora que se desató cuando el Gobierno del estado anunció la construcción del Acueducto Independencia para llevar agua desde la cuenca del Río Yaqui hacia la capital Hermosillo, de donde actualmente se abastece a más de 300 mil personas y que inició operaciones en 2013.

La protesta de Rojo Valencia y Luna fue porque consideraron que la sobreexplotación de sus recursos naturales impactaría en el desarrollo social, político y económico de sus comunidades.

La principal demanda de los indígenas era que mientras el Gobierno estatal extraía el agua del Río Yaqui para abastecer a las dos ciudades más habitadas de Sonora, Hermosillo y Ciudad Obregón, nunca había garantizado el abastecimiento del vital líquido en los ocho pueblos que habita la tribu.

Debido a su oposición a la obra, que inició en 2010 y finalizó en 2013, ambos indígenas fueron acusados de diversos delitos. Rojo se escondió en su territorio, mientras que Luna fue encarcelado hasta que finalizó el sexenio del Gobernador Guillermo Padrés (2009-2015), entre escándalos por corrupción.

Actualmente el Acueducto Independencia continúa operando y sirve para abastecer de agua para consumo humano a la mitad de los habitantes en Hermosillo, capital de Sonora, esto a pesar que en diversos juicios la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha ordenado la suspensión de la obra.