Editoriales

Educar en el Amor Gratuito 

XXII Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo C

“El que se engrandece a sí mismo, será humillado

y el que se humilla, será engrandecido”.

Lucas 14,1.7-14

El ciclo escolar 2025 – 2026 está iniciando con expectativas e

inquietudes. Hay cambios anunciados e incertidumbres

preocupantes. Iniciar un ciclo escolar es pensar en el presente y

hacia el futuro de personas, familias, maestros, sociedad,

instituciones… y el país que anhelamos. Este inicio, tiene retos

muy complejos y oportunidades acotadas por las circunstancias

políticas, económicas y sociales que vivimos; no es cualquier

ciclo escolar. El entorno y contexto exigen educandos y

educadores lúcidos, generosos, comprometidos, sobre todo,

humildes.

“…El que se humilla será engrandecido”, afirma contundente

Jesús en el Evangelio que escuchamos este día. No hay duda

que el Evangelio es la sabiduría de Dios que da el horizonte

trascendente a la sabiduría humana. Ésta se adquiere en la

meditación de su presencia sencilla -como de grano de

mostaza-, en las realidades que vivimos y las respuestas

ponderadas de cada día. La fe en Jesucristo es la escuela más

completa de sabiduría.

Jesús observa el pequeño detalle de lo que sucede en un

banquete para enseñarnos sobre el Reino de Dios y educarnos

en su seguimiento. En él no hay peleas por los primeros

lugares, sillas apartadas, preventa de boletos, correteos

políticos… Sólo la actitud humilde y el amor gratuito van a

recibir el gozo de los frutos cosechados… Y todo esto, no se

improvisa.

El Reino de Dios es humildad y amor pleno, amor gratuito y

humildad. Por tanto, no se vale pisar los pies y aplastar la

cabeza de los demás para trepar y ocupar los primeros lugares.

En el Reino, los lugares no se merecen, se reciben conhumildad; son cuestión de amor genuino y entrega generosa.

Tampoco se vale pensar, planear y ejecutar proyectos teniendo

como móvil amores interesados. En el Reino todo es gratuidad y

misericordia.

¿Es posible vivir esto en una sociedad en la que parece que todo

se compra/vende/negocia? ¿Cualquier acción humana, aún la

hecha con cariño y por amor, ha de recibir un pago? Si abrimos

con humildad los ojos a nuestro alrededor miraremos que sí hay

amores desinteresados: los que se hacen a las personas que

nunca podrán pagarte. Hay voluntariados que se entregan sin

reserva, pequeños gestos de compasión amasados en el silencio

y la sencillez, amores fieles por encima de cualquier cálculo,

acompañamientos gratuitos que sólo buscan el bien común.

Hay personas sencillas que son sabias porque viven la

humildad y la gratuidad del amor.

Nuestro mundo necesita de cristianos que irradien la humildad

y el amor misericordioso de Jesucristo. Su misión es ser

fermento de bondad/verdad ante tantas corrupciones, sal de la

tierra ante vidas desabridas, luz ante las confusiones y las

mentiras camufladas que siembra la soberbia… Sus tareas son

construir humanidad, luchar contra una mentalidad

materialista que busca ser retribuida, implicarse hasta el fondo

en el bien común… Es el gran reto de la educación. Es su

indispensable aportación para la paz. ¿Será así en el nuevo ciclo

escolar?

Con mi bendición y afecto.

+ Sigifredo

Obispo de/en Zacatecas