
Estas especies son solo una muestra de la asombrosa diversidad que habita en mares, ríos y abismos, recordándonos que el agua guarda secretos aún por descubrir
El océano esconde criaturas tan fascinantes como misteriosas, algunas con apariencias que desafían la imaginación. Entre ellas destaca el pez murciélago de labios rojos, un habitante de las Islas Galápagos que parece llevar pintura labial y prefiere “caminar” por el fondo marino en lugar de nadar.
En las costas australianas, el dragón de mar foliado se confunde con las algas gracias a su cuerpo cubierto de apéndices en forma de hoja, un maestro del camuflaje y pariente cercano de los caballitos de mar. Mientras tanto, en las profundidades abisales, el pulpo dumbo despliega sus aletas con forma de orejas para moverse con elegancia en la oscuridad eterna.
El pez globo de agua dulce, nativo del río Congo, hincha su cuerpo como un balón cuando se siente amenazado, mientras que la medusa de cabeza brillante ilumina las profundidades con destellos rojos para atraer ayuda ante el peligro.
En los arrecifes del Caribe, el pez loro azul sorprende con su vibrante coloración y su papel clave en la creación de arena al digerir corales. Por su parte, el escurridizo tiburón duende, con su hocico alargado y mandíbula protuberante, parece sacado de una película de ciencia ficción.
Estas especies son solo una muestra de la asombrosa diversidad que habita en mares, ríos y abismos, recordándonos que el agua guarda secretos aún por descubrir.
Con información de Baja News