
Autoridades sanitarias han informado que la vacunación es la mejor manera de prevenir contagios y riesgos mayores
La Secretaría de Salud confirmó recientemente el primer caso en México de influenza A H3N2 subclado K, detectado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). Este hallazgo, aunque ha generado cierta preocupación en la población, no representa un motivo de alarma, ya que el subclado mantiene un comportamiento clínico similar al de la influenza estacional que circula cada año. El paciente afectado respondió favorablemente al tratamiento antiviral de forma ambulatoria y se encuentra completamente recuperado, según detalló la autoridad sanitaria.
La detección temprana de este caso fue posible gracias al Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sonave), que monitorea constantemente variantes de influenza, SARS-CoV-2 y otros virus respiratorios. Este seguimiento permite a las autoridades identificar cambios relevantes en los virus circulantes y actuar rápidamente, garantizando información oportuna a la población.
Los análisis realizados por el INER indicaron que el subclado K presenta características prácticamente idénticas a la influenza estacional, incluyendo vías de transmisión, síntomas y respuesta al tratamiento estándar, lo que facilita la aplicación de protocolos médicos ya establecidos.
Aunque la mayoría de los casos de influenza H3N2 se resuelven sin complicaciones graves, ciertas personas presentan mayor riesgo de desarrollar cuadros severos. Entre estas se incluyen niñas y niños, adultos mayores, mujeres embarazadas, personal de salud y personas con enfermedades crónicas o comorbilidades.
Las complicaciones más frecuentes pueden incluir neumonía, deshidratación, exacerbación de enfermedades respiratorias crónicas y, en casos extremos, hospitalización. Por ello, la prevención mediante vacunación es fundamental.
La Secretaría de Salud enfatizó que la vacunación sigue siendo la herramienta más efectiva para reducir riesgos y evitar complicaciones. Las dosis aplicadas durante la temporada invernal protegen contra la influenza estacional y sus subclados, incluido el subclado K. La inmunización contribuye a disminuir la gravedad de la enfermedad, prevenir hospitalizaciones y proteger a la comunidad, especialmente a los grupos más vulnerables.
En caso de presentar síntomas compatibles con influenza, como fiebre, dolor muscular, tos, dolor de garganta o malestar generalizado, las autoridades recomiendan acudir de inmediato a un servicio médico.
Un diagnóstico oportuno permite iniciar tratamiento antiviral cuando sea necesario, aumentando las probabilidades de recuperación rápida y sin complicaciones. Asimismo, se aconseja seguir las indicaciones del personal de salud, mantener reposo, utilizar cubrebocas y tomar medidas de aislamiento para evitar contagiar a personas cercanas.
La aparición del subclado K evidencia la efectividad del sistema de vigilancia mexicano y refuerza la importancia de mantener hábitos preventivos durante la temporada invernal. Aunque no existe evidencia de que este subclado sea más agresivo que otras variantes H3N2, su detección sirve como recordatorio de la necesidad de vacunarse, cuidar la higiene respiratoria y acudir a revisiones médicas ante síntomas. Mantener estas medidas contribuye a proteger tanto la salud individual como la colectiva, minimizando riesgos y complicaciones asociadas a la influenza.
En conclusión, la influenza H3N2 subclado K no representa un riesgo adicional para la población general, pero puede generar complicaciones en los grupos más vulnerables. La vacunación y la atención médica temprana continúan siendo las estrategias más efectivas para enfrentar esta enfermedad y garantizar una temporada invernal segura.
Con información de Infobae