Editoriales

Con Valor y Con  Verdad 

Debería ofrecerle disculpas a México

Mientras, Cortés se sacaba selfies en el Palacio Real, en la tumba de Franco, y en el Bernabéu

Mientras aquí se reformaba la Constitución, en medio de la batalla política más grande de los últimos tiempos, el líder de la oposición pateaba la Gran Vía y se pasea por Serrano.

Mientras en nuestro país entregaban sus misivas de renuncia ocho ministros, argumentando que no participarán en la elección de personas juzgadoras; y los jurisperitos, jurisconsultos y famosos abogados, advertían de un gran vacía legal; un senador despistado se reunía con un académico argentino, para invitarlo a las tierras de la Nueva España, para presentar su texto: “Nada por lo que pedir perdón”.

Mientras aquí se aprobaba vía fast track la reforma que blinda las modificaciones constitucionales y se le da vía libre a la Reforma Judicial, para impedir en definitiva que la tire la Suprema Corte; un michoacano de Zamora de Hidalgo, bebía riojas, rías baixas y riberas del Duero.

Mientras aquí aprobaban más de 17 congresos estatales la reforma de supremacía constitucional, un legislador inocente comía cocido, callos, patatas bravas, huevos rotos y churros con chocolate espeso.

Mientras lo que queda de la oposición perdía otra senadora, la chilanga Cynthia López Castro, gracias a los pésimos oficios de su socio (Alito Moreno), el punching bag de los Yunes se reunía con un homólogo para compartir experiencias y hacer frente común ante los enormes desafíos.

Mientras abrazaba al líder de la derecha, Alberto Núñez Feijóo, con pésima fama en Europa, el gran perdedor de las elecciones mexicanas no atestiguó cómo aquí se firmaba el decreto que devuelve estatus de empresas públicas a CFE y Pemex.

Mientras en México todo era un caos para el PRIAN, y las lluvias torrenciales en el sur del España dejaban desastre y desolación, don Marko Cortés visitaba al auto exiliado excandidato venezolano, a quien apoda presidente electo. Le ofreció su respaldo claro, y aquí sus muchachos perdiendo la voz en tribuna, gritando que la aplanadora de la 4T no los escucha ni los ve.

El presidente de Acción Nacional no ha entendido que no entiende nada de política mexicana; en lugar de recomendar que lea libros la Presidenta de la República, él debería ofrecerle disculpas al pueblo de México que creyó en su liderazgo, y claro, pedirle perdón a los panistas por su deploraba presidencia. Por cierto, don Marko, mientras usted se saca selfies en el Palacio Real, en la tumba de Franco, y en el Santiago Bernabéu, aquí en México, el grupo mayoritario ya les metió todos los goles posibles.

*** COLOFÓN:

+Mientras contemplaba las puertas del Sol y Alcalá, aquí se daban con todo Adriana Dávila y Jorge Romero. Viven los azules su peor momento en 85 años.

+“Eres lo mismo que Marko: se han repartido todo entre ustedes” dijo la futura perdedora, sin observar que perderán todos.

+Gómez Morín, González Luna, Aquiles Elorduy y Luis Calderón Vega deben estar muy tristes, donde quiera que estén.

POR GUSTAVO RENTERÍA 

COLABORADOR

GUSTAVO@GUSARTELECOM.COM.MX  

@GUSTAVORENTERIA