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Cómo afecta a la ciudadanía la reforma a la ley de amparo

La reforma presentada este 2025 busca evitar la utilización indebida de mecanismos legales para obstaculizar procedimientos administrativos, fiscales o de interés público

La Ley de Amparo en México es el principal mecanismo de protección para cualquier persona que considere afectados sus derechos fundamentales por decisiones, actos u omisiones de una autoridad, por ejemplo, cuando un grupo de ciudadanos se opuso en 2015 a la destrucción del manglar Tajamar, en Quintana Roo.

La reforma presentada este 2025 busca evitar la utilización indebida de mecanismos legales para obstaculizar procedimientos del gobierno, ya sean administrativos, fiscales o de interés público, según el proyecto.

La Cámara de Senadores dio luz verde al proyecto de decreto que reforma la Ley de Amparo, el Código Fiscal de la Federación y la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, pese a los reclamos de la oposición, la cual advierte riesgos en la impartición de justicia a la ciudadanía. 

Con 76 votos a favor de Morena, PVEM y PT, y 39 en contra de PAN, PRI y MC, la iniciativa enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo busca transformar el acceso a la justicia en materia constitucional, fiscal y administrativa. 

Por su parte, la 4T asegura que la reforma promete modernizar los instrumentos de defensa legaly facilitar una justicia más eficiente y humanista.

Sin embargo, este mismo jueves la presidenta Claudia Sheinbaum manifestó su desaprobación a un artículo transitorio aprobado por los senadores, en los cuales se viola el principio constitucional de retroactividad.

“La Constitución establece claramente que no debe haber retroactividad en las leyes, a menos que uno cambie la Constitución”, atajó Sheinbaum en la mañanera y confió en que los diputados rectifiquen dicho artículo (por lo que deberá volver al Senado después).

¿Para qué sirve la Ley de Amparo a un ciudadano común?

Este instrumento legal permite que cualquier ciudadano solicite el resguardo judicial ante situaciones que pongan en riesgo libertades individuales o colectivas, como la igualdad, la propiedad, la libertad personal o el acceso a la información.

El carácter individual o colectivo del amparo permite que tanto personas como grupos defiendan sus derechos frente a autoridades administrativas, judiciales o legislativas. 

De esta manera, la Ley de Amparo constituye una vía accesible y efectiva para impugnar actos considerados arbitrarios o ilegales, brindando una salvaguarda tangible contra excesos y garantizando que el actuar estatal se someta al control de legalidad y justicia.

El amparo dota a la ciudadanía de un recurso legal que refuerza los principios de transparencia, rendición de cuentas y respeto a los derechos humanos. 

Su importancia radica en ofrecer una respuesta judicial directa y expedita para quienes se sientan vulnerados, haciendo posible frenar actos autoritarios o decisiones que excedan la ley, y preservando así el acceso a la justicia como pilar de la vida democrática.

Objetivos y alcances de la reforma a la ley de amparo

El dictamen aprobado a inicios de octubre de 2025, plantea una renovación del marco jurídico para garantizar mecanismos más eficaces en la defensa de los derechos ciudadanos, de acuerdo con la versión oficial del Senado. 

Entre sus propósitos destaca la actualización del sistema de amparo, un recurso que ditante años ha servido para proteger derechos fundamentales frente a actos de autoridad.

Esta reforma, según la 4T, busca impedir que prácticas dilatorias o recursos abusivos frenen la recaudación de créditos fiscales o afecten el orden público. 

Al mismo tiempo, la reforma ratifica el carácter garantista del amparo y lo consolida como instrumento efectivo de defensa para la ciudadanía ante posibles abusos de autoridades.

La propuesta, originada por el Poder Ejecutivo, responde a la necesidad de dotar a las autoridades de herramientas para combatir el uso desviado de recursos judiciales. 

Posicionamientos encontrados en el Senado

La sesión legislativa donde se aprobó la reforma estuvo marcada por el contraste de posturas entre oficialismo y oposición. Las bancadas afines a la 4T subrayaron su dimensión modernizadora. 

Geovanna Bañuelos de la Torre (PT) resaltó que el nuevo amparo impide que los instrumentos de defensa sean utilizados para excusar obligaciones fiscales, sin renunciar a la protección ante posibles actos arbitrarios del Estado. 

En la misma dirección, Ana Lilia Rivera Rivera (Morena) defendió que el amparo, empleado anteriormente como vía de impunidad para grupos con intereses económicos, vuelve ahora a su propósito esencial de servir al bien común. 

Legisladores del PVEM insistieron en que la actualización del amparo resguarda el interés colectivo y aleja este recurso de los intereses particulares y privilegiados.

Por el lado contrario, la oposición manifestó su preocupación sobre un posible debilitamiento de la defensa ciudadana. 

Alejandra Barrales Magdaleno (MC) denunció que la reforma aleja a la población de los mecanismos de protección y abre la puerta a arbitrariedades de las autoridades. 

Carolina Viggiano Austria (PRI) criticó que los ajustes introducidos no alteran lo sustancial del proyecto y alertó sobre una merma en los contrapesos frente al poder Ejecutivo. 

María Guadalupe Murguía Gutiérrez (PAN) argumentó que el cambio vulnera principios constitucionales de progresividad en derechos humanos y debilita la capacidad de los ciudadanos para detener actos abusivos mediante la suspensión del acto reclamado.

Así, la reforma generó un intenso debate sobre las consecuencias para la defensa de derechos y el equilibrio de poderes en el país, reflejando posiciones encontradas sobre el rumbo del Estado de derecho en México.

Con información de Infobae