
Desde la fundación de Tenochtitlán hasta su papel en la biodiversidad actual, el águila real guarda secretos fascinantes. Aquí te contamos cinco cosas que no sabías sobre esta imponente rapaz
El águila real ha sido testigo de la historia de México desde la época prehispánica. Para los mexicas, su imagen sobre un nopal sosteniendo una serpiente señalaba la tierra prometida, donde fundarían Tenochtitlán. Hoy, este símbolo sigue presente en el escudo nacional, evocando fuerza y resiliencia.
Esta especie, una de las aves rapaces más imponentes del hemisferio norte, juega un papel ecológico fundamental; ya que regula poblaciones de presas y contribuye al equilibrio ambiental, mostrando la interconexión entre cultura e historia natural.
Sin embargo, su supervivencia está en riesgo. Amenazas como la fragmentación de hábitat, cacería, tráfico ilegal y químicos contaminantes hacen que su conservación sea un desafío urgente, tanto para la biodiversidad como para preservar un emblema histórico.
Cinco datos interesantes sobre el águila real
Imponente en tamaño y fuerza
Esta impresionante ave puede medir hasta un metro de altura y alcanzar una envergadura de más de dos metros al extender sus alas. Sus garras puntiagudas y pico en forma de gancho le permiten capturar presas con gran eficiencia. Alejandra Alvarado Zink, divulgadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó en un articulo de la maxima casa de estudios: “Es impresionante verla con las alas extendidas”.
Monogamia y longevidad
Estas aves forman parejas de por vida y pueden vivir hasta 30 años en libertad; en cautiverio, su expectativa alcanza entre 40 y 50 años. Cada año se reproducen y ponen de uno a tres huevos, aunque usualmente sólo un polluelo llega a sobrevivir. Los nidos, construidos en riscos o zonas elevadas, pueden alcanzar hasta tres metros y son reutilizados anualmente.
Dieta variada y adaptativa
Su alimentación está compuesta principalmente por lagomorfos, aves, reptiles y pequeños mamíferos. En tiempos de escasez, el águila real puede recurrir a carroña, lo que le permite sobrevivir en diferentes ecosistemas y mantener su papel como depredador tope.
Distribución y hábitat
En México, el águila real habita zonas montañosas y semiáridas del norte y del altiplano central. Requiere grandes extensiones de territorio para cazar y sobrevivir, por lo que la fragmentación de su hábitat afecta directamente su supervivencia. Su presencia es considerada un indicador de ecosistemas saludables.
Amenazas y conservación
La especie enfrenta múltiples riesgos: fragmentación de su hábitat, cacería y persecución por ganaderos, tráfico ilegal, pesticidas como el DDT, reducción de presas, envenenamiento indirecto y electrocución por cables de alta tensión. Alvarado Zink señala que “para los fines de la conservación y recuperación de la especie se continuaría considerándola como en peligro de extinción”.
La historia y evolución del águila real en el escudo nacional
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), el águila real, posada sobre un nopal, simbolizaba aHuitzilopochtli, dios de la guerra y del sol, reflejando su vuelo majestuoso y su conexión con la mitología mexica.
Tras la independencia de México, el 24 de febrero de 1821, Agustín de Iturbide y Vicente Guerreroadoptaron la bandera de franjas diagonales, incorporando el símbolo del águila sobre el nopal con corona imperial.
A lo largo del tiempo, el diseño del lábaro patrio fue modificándose: en 1892 Porfirio Díaz ordenó que el ave se mostrara de frente con una serpiente en la garra derecha; en 1916, Venustiano Carranzaajustó la posición de perfil sosteniendo la serpiente en el pico y agregando hojas de laurel y encino; finalmente, en 1973, Luis Echeverría Álvarez aprobó el diseño actual, con el ave esbelta y erguida, penacho erizado, alas juntas y nopal enraizado en la tierra, acompañado de la guirnalda tricolor.
Más allá de su valor histórico y cultural, el águila real sigue siendo esencial para los ecosistemas mexicanos. Como depredador tope, regula poblaciones de presas y mantiene el equilibrio ambiental, recordando que preservar esta especie es tanto un acto de conservación ecológica como de respeto por un símbolo nacional vivo.
Con información de Infobae