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CCE exhortó a México, EEUU y Canadá a volver a Norteamérica la “región más competitiva del mundo”

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) hizo público su posicionamiento respecto a la Cumbre de Líderes de América del Norte que se realiza este jueves en Washington, Estados Unidos, la cual -dijo- es una oportunidad para los gobiernos de las tres naciones para “comprometerse a acciones concretas” para volver a América del Norte, la “región más dinámica y competitiva del mundo”.

Mediante un comunicado, el máximo órgano de representación del sector privado destacó que el comercio y la inversión entre los tres países han contribuido de manera significativa al crecimiento económico y la prosperidad, y se estima que generan al menos 20 millones de empleos en Norteamérica.

“Gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), hoy nuestras tres naciones pueden presumir una plataforma unificada de cadena de suministro desde la cual comerciamos y competimos globalmente”, señaló.

Sin embargo, resaltó que aún queda mucho trabajo por hacer “para asegurar que nuestra economía continental sea lo más resiliente e incluyente posible”, por lo que -consideró- los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá deben priorizar la coordinación y acciones en tres áreas específicas para explotar el potencial económico de la región.

“Primero, es fundamental que los tres gobiernos se responsabilicen de la plena implementación del TMEC, para aprovechar los beneficios de este tratado como un marco económico para avanzar en nuestra prosperidad compartida y la generación de empleos”.

El CCE destacó que esto puede lograrse mediante mayor diálogo entre los gobiernos y, cuando sea necesario, acciones conjuntas de cumplimiento.

“Segundo, para incrementar nuestra competitividad, los tres gobiernos deben garantizar ambientes de inversión abiertos y transparentes. Un ambiente de inversión en deterioro en cualquiera de los tres países daña la economía, la seguridad y el potencial de crecimiento de Norteamérica en su conjunto, y minan la capacidad del TMEC como instrumento de certidumbre legal”.

El organismo encabezado por Carlos Salazar destacó que los retos relacionados con el comercio mundial y la pandemia “han traído consigo una oportunidad sin precedentes para fortalecer las cadenas de suministro en América del Norte. Sin embargo, como inversionistas, es nuestra responsabilidad recordar a los gobiernos que ese potencial no se materializaría en países que no aseguren certidumbre para los negocios y apego a las buenas prácticas globales de gobernanza en áreas como la regulación, los permisos, la recaudación y las compras gubernamentales”.

Enfatizó que los sectores privados de Estados Unidos y de Canadá “están muy preocupados por los esfuerzos del gobierno mexicano por reducir la competencia privada en el sector energético. Los intentos por favorecer empresas del Estado en detrimento de proveedores de energías renovables minan la certidumbre de inversiones y auguran mayores costos así como menores oportunidades para los trabajadores de nuestros países”.

Asimismo -apuntó el CCE- los sectores privados de Canadá y de México “comparten preocupación por las interpretaciones divergentes de las reglas de origen del TMEC, y cómo la interpretación de Estados Unidos representa riesgos para nuestras cadenas integradas de suministro”, por lo que hizo un llamado a que los gobiernos entablen diálogo profundo con los sectores privados en estos y otros temas.

“Tercero, nuestros tres gobiernos deben capitalizar las lecciones aprendidas de la pandemia por COVID-19 y prepararse para el futuro, mejorando la coordinación en la respuesta a emergencias y alineando la definición de industrias y servicios esenciales en los tres países. También debe haber mayor cooperación en el manejo de la frontera para asegurar el flujo de tráfico comercial y de carga”, señaló.

El Consejo Coordinador Empresarial consideró que la alineación en estas políticas, combinada con comunicación constante y transparente con el sector privado, son indispensables para el funcionamiento efectivo de las cadenas de valor transfronterizas y para asegurar la provisión ininterrumpida de las industrias y servicios esenciales.