Editoriales

AMLO Y LA DEA

Desde hace unos días circulan tres reportajes, de tres periodistas distintos y de tres agencias “independientes” en donde, a partir de testimonios de la DEA se afirma que Andrés Manuel López Obrador recibió financiamiento por parte del crimen organizado para su primera campaña presidencial en 2006.

Es importante resaltar que dicha investigación a nivel institucional quedó descartada desde el año 2011. Es decir la DEA descartó esa posibilidad desde hace trece años. Sin embargo en tiempos electorales y bajo las lógicas del “Lawfare” lo que no se puede probar en los tribunales se prueba en los medios de comunicación con fines eminentemente políticos.

Esa línea de investigación esta descartada y como testigo estrella tiene a un popular colaborador de la DEA, ex abogado del crimen organizado y conocido por ser rotundamente inconfesable, hoy toma mediana relevancia, digo mediana porque la figura del Presidente ha estado blindada de cualquier intento de golpe mediático/político.

La derecha, a partir de linchamientos en los medios a tratado de desprestigiar al sujeto moral de un proyecto progresista de gran relevancia en América Latina y por ende de sumamente trascendencia en los Estados Unidos: Andrés Manuel López Obrador.  

Desde los llamados “Guacamaya Leaks”, pasando por “El rey del Cash” y ahora esto,
esfuerzos mediáticos, sin sustento legal o jurídico, sin pruebas, sin escrúpulos, con el único objetivo de deslegitimar a una figura pública ajena a las simpatías del Consenso de Washington y sus prácticas neo-coloniales e infladas por el músculo de los poderes fácticos, empresariales y de los medios de comunicación.

Así, bajo ese contexto se inaugura, en tiempos críticos para la continuidad de la Cuarta Transformación, el nuevo capítulo de la estrategia de la derecha opositora, la extranjera y la local, llamado: “AMLO recibió dinero del narco en 2006”.

Los medios pagados por los intereses económicos, evidentemente están haciendo eco de estos reportajes. Sin embargo, repito, no es algo nuevo, lo han intentado siempre y simplemente no lo han logrado.

El empuje moral de la figura de AMLO es fuerte, histórico. Tiene un respaldo ideológico y también un respaldo basado en resultados palpables.

Seguirán insistiendo en utilizar los medios como artillería, más ahora a un mes del inicio de la campaña electoral. Pero al igual que antes, no les va a funcionar.

La integridad moral del movimiento organizado más grande de América a demostrado estar blindada del golpe sin pruebas. Por el momento las pruebas tienen en la cárcel a García Luna, claro de eso no se hicieron reportajes, lo que se hizo fue un juicio. Allí la diferencia. Ya dice el Presidente: “No somos iguales”.
 
Michelle Tejeda.