El 8 de agosto de 1879, nace en Anenecuilco, Mor., Emiliano Zapata Salazar, quien
habrá de distinguirse en el campo científico internacional como caudillo del
agrarismo al enarbolar la bandera revolucionaria de “Tierra y Libertad” y el
apotegma de “La tierra es de quien la trabaja”.
El 13 de agosto de 1903, nace en Puruándiro. Michoacán, Hipólito Rentería Rangel.
En Mexicali dirigió el Asalto a las Tierras (1937), enfrentándose a los intereses de
la empresa “Colorado River Land Company”.
Fue Secretario General de la Liga de Comunidades Agrarias de la Confederación
Regional Campesina.
El 19 de noviembre de 1910, literalmente en la víspera de la Revolución Mexicana,
el editor de “Regeneración” utilizó el grito agrario anarquista, “Tierra y
Libertad”, la idéntica consigna de los narodniki rusos de las décadas de 1860 y
1870, y que él, Ricardo Flores Magón (37), y luego Emiliano Zapata Salazar (31),
hicieron famosa en México.
Por otra parte, el 3 de abril de 1911, los herederos de Miguel Bakunin (1814-1876) y Piotr
Kropotkin (69) esperaban transformar el feudalismo en anarquismo agrario y, con relación a
las incipientes industrias de México, utilizar las técnicas del sindicalismo revolucionario.
La Junta divulgó un “Manifiesto a los Trabajadores del Mundo”, que era un llamado
anarcosindicalista.
“Los Angeles Examiner” y “San Diego Union”, 15 de mayo de 1911:
“Quejándose de que la “concepción popular” de su propósito estaba “totalmente equivocada”,
Caryl ap Rhys Pryce (35) distribuyó unos ejemplares de un folleto de los liberales que estatuía
sus fines: la derrota de Porfirio Díaz (81) y una reforma agraria en todo México”.
Emiliano Zapata Salazar (31), inconforme con las acciones de Francisco Ignacio Madero
González (37), principalmente las agraristas, desconoce su gobierno proclamando el “Plan de
Ayala” el 28 de noviembre de 1911.
Al parecer la Convención borraría las ambiciones del Primer Jefe; pero Venustiano Carranza
Garza (56) solo en la adversidad y a punto de perderlo todo por tozudez, aceptaría promulgar
una ley que por la fecha en que fue publicada se conoce como Ley Agraria del 6 de enero de
1915, y en ella se declaran nulas las enajenaciones de tierras comunales efectuadas con
violación de lo establecido por la “Ley Lerdo” o “Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y
Urbanas, Propiedad de Corporaciones Civiles y Eclesiásticas”, del 25 de junio de 1856 y las
ventas, concesiones de tierras que hubieran sido hechas ilegalmente después de 1870;
igualmente se declararan nulas las diligencias de apeo y deslinde y creaba una comisión
agraria.
La reforma agraria se había iniciado con el decreto del 6 de enero de 1915, que ofrecía
restituir las tierras despojadas a los pueblos o bien dotarlos si carecían de ellas.
La aprobación del decreto agrario del 2 de agosto de 1923 por parte del presidente Álvaro
Obregón (43), que garantizaba a los ciudadanos mexicanos desposeídos de tierras la
posibilidad de reclamar el derecho a terrenos baldíos, nacionales y ociosos, desató conflictos
por la tenencia de la tierra en las zonas rurales de mayor productividad, situación que afectó
las parcelas cultivadas de los colonos rusos.
ACCIÓN AGRARIA
El 24 de marzo de 1930, los sindicatos de Sesbania, Álamo Mocho y Cerro Prieto denunciaron
la ilegal propiedad de tierras en el Valle de Mexicali por parte de extranjeros, y amparados en
la ley del 6 de enero de 1915, exigieron bajo el lema de “Salud y Comunismo Libertario”, la
acción agraria del gobierno.
“EL ESCLAVO Y EL BURGUÉS”
La representación de la obra “El Esclavo y el Burgués” desató la ira de las autoridades y la
“Colorado River”, y hacia la madrugada del 2 de mayo de 1930, todos los dirigentes
campesinos y quienes participaron en la obra, 19 personas en total fueron detenidos y
conducidos a la cárcel.
Allí, el director del Penal del Pacifico, Francisco J. Mújica, tras comprobar que la causa de la
reclusión de estos campesinos era su organizada lucha por la tierra en Baja California, ordenó
su liberación, hacia el 20 de octubre de 1930.
En cuanto a la referencia de que el día 23 de diciembre de 1931, entró en vigor la derogación
del artículo 10 de la Ley Agraria de 1916, es incorrecta, ya que, en realidad ese artículo se
modificó para establecer que los propietarios afectados por resoluciones dotatorias de ejidos o
aguas que se hubieren dictado en favor de los pueblos no tuvieran ningún derecho ni recurso
ordinario ni el extraordinario de amparo, por lo que no fue una reforma constitucional, sino
simplemente una reforma legislativa.
El 16 de agosto de 1936, toma posesión como Gobernador del Territorio Norte de la Baja
California, el general Rafael Navarro Cortina (47), aplicando la Reforma Agraria a petición del
presidente Lázaro Cárdenas.
El 25 de enero de 1937, reunidos los campesinos en la Escuela “Emiliano Zapata” de la
Colonia Cerro Prieto, decidieron tomar las tierras de los ranchos donde trabajaban y que
pertenecían a la “Colorado River Land Company” para, de esa manera, acelerar la aplicación
de la Reforma Agraria en el Valle de Mexicali.
Estos comités fueron: “Michoacán de Ocampo”, “Miguel Hidalgo”, “Francisco Javier Mina”,
“Guadalupe Victoria” y “Lázaro Cárdenas” quienes, el 27 de enero de 1937, llevaron a cabo, el
célebre evento conocido como el “Asalto a las Tierras”, ocupando los terrenos en donde hoy en día se encuentran los ejidos “Nuevo León”, “Hidalgo”, “Nayarit” y los Campos “Yamada” y
“Bajos Delta”.
DÍA DEL ASALTO A LAS TIERRAS
El 27 de enero de 1937, los campesinos agrupados en la Federación de Comunidades
Agrarias toman las tierras de la “Colorado River Land Company”, acción que en la memoria de
los campesinos del Valle de Mexicali se recuerda como Día del Asalto a las tierras.
Sin embargo, en 1937, (los japoneses) se vieron afectados por la aplicación de la ley agraria
del 4 de abril de 1934, por medio de la cual las tierras organizadas en explotación algodonera,
bajo el sistema de latifundios, fueron repartidas en ejidos.
FERNANDO ESPAÑA
El jalisciense Fernando España arribó a Mexicali en 1925 junto a sus hermanos y una década
después ganó enemistad de agrupaciones agraristas pues desde abril de 1936, el gobierno
federal negoció con la “Colorado River Land Company” la devolución de sus propiedades a la
nación mediante un contrato de colonización.
España fue agente de dicho contrato, vendedor de terrenos y representante de los pequeños
propietarios, entre otras cosas.
El director general, doctor Alfonso Millán, respondió a la carta 15 días después e informó a los
agraristas de la Liga Ejidal Jiquilpan sobre el estado esquizofrénico del paciente y aclaró que
fue registrado con el nombre de “Filiberto” y no de “Filemón”.
Telegrama núm. 23 de N. A. Higuera a la Presidencia de la República, 2 de diciembre de
1937, f. 1.
“En opinión de un especialista en historia económica, “el problema” de esta participación
empresarial, “no fue el reparto agrario o la invención del ejido colectivo, sino el afán
gubernamental de mexicanizar la frontera e importar un modelo de producción agraria que no
funciona” (Méndez, 2012, p. 33); pero que Cárdenas se empeñó en implementar”.
JACUMÉ
El Periódico Oficial del 10 de enero al 30 de diciembre de1939, vol. 28, tomo XLII, entrada del 20
de abril de 1939, fue el medio que emplearon los supuestos agraristas para solicitar la
expropiación de Jacumé.
El 21 de agosto de 1948, ante la afluencia de aspirantes, en agosto, el jefe del servicio de
población, Jesús Benítez, un delegado agrario (González Oropeza & Grijalva, 1998, p. 563), sugirió
que los trabajadores “se [volvieran] a sus lugares de origen o se [pusieran] a trabajar aquí en la
agricultura del valle”.
En un principio, el 11 de junio de 1951, se propuso que la rama vitícola se inscribiera a nombre del
general Abelardo L. Rodríguez y Esteban Ferro Binello; pero, por consejo de los abogados se
descartó, ya que contravenía las regulaciones contra el acaparamiento de tierras contempladas en
el Código Agrario.
En 1957, la Bolsa de Trabajo logró que la Unión Agrícola, la Liga de Comunidades Agrarias y la
Asociación Algodonera del estado concertaran un acuerdo con la Secretaria de Gobernación
federal para que los trabajadores agrícolas que se emplearan durante 30 días en las cosechas del
Valle de Mexicali fueran trasladados a Empalme y se contrataran para ir a Estados Unidos.