Indiscutiblemente que este 2023 será el año de las definiciones políticas en miras a la sucesión presidencial y hacia el futuro de la sucesión gubernamental en Baja California.
Como en algún tiempo lo fue el PRI, MORENA tiene la chequera de las voluntades, sin embargo dentro de ese partido existe una lucha intestina por el poder y hemos de destacar que el presidente AMLO ha dejado de voltear a nuestra entidad y concentrando sus esfuerzos en el sureste del país; pues la garita de Otay II avanza a paso de tortuga y el famoso viaducto se ha quedado en solo proyecto.
Por lo que respecta al estado deberá Marina del Pilar dejar los enunciados y poner manos a la obra definiendo el contrato para la construcción de la planta que proporcione energía al acueducto aunado al mantenimiento mayor del mismo del cual dependen más del 50 por ciento de los habitantes del estado, sin contar al sector productivo. Reactivar la construcción de desaladoras en la zona costa, así como darles aprovechamiento a las aguas residuales; son retos que deben de ser superados.
El actual presidente pagó con creses a quienes en los años de lucha le ayudaron para ostentar el poder; la retribución la realizó en forma directa o a través de un pariente, ejemplos sobran en la administración federal y pocos ejemplos bastan iniciando con Ebrard, Esteban Moctezuma, Yasmín Esquivel o Zoé Robledo y sería interminable la lista de gobernadores.
Siguiendo los cánones de la política, los favores se han pagado y no hay deuda que endosar a quien lo sustituirá y que está próxima la fecha en el mando de la nación.
Es por ello por lo que la lucha intestina tanto a nivel federal como local, por desgracia se intensificará entre los bandos de Marcelo y Claudia por un lado y aquí entre Bonillistas y Marinistas e irá subiendo de todo conforme pasen los días y los primeros siete meses del presente año.
Ni hablar de los contrapesos del poder económico y de los partidos de oposición que con las campañas negras han menguado la fuerza política del régimen.
Quedan pues, en política, meses tortuosos que vivir.