Trump defendió la Inteligencia Artificial y rechazó que su auge provoque una burbuja financiera

El presidente asegura que Estados Unidos supera a China en esta materia mientras los inversores anticipan una corrección en el sector tecnológico tras valoraciones extremas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, salió este viernes en defensa rotunda de la inteligencia artificial como motor económico y geopolítico, en medio de crecientes temores de mercado sobre una posible burbuja financiera.
“No, me encanta la IA. Creo que va a ser muy útil. Están sucediendo muchas cosas con ella”, respondió a un periodista de la agencia AFP. Y agregó: “Estamos superando a China, estamos adelantando al mundo en términos de IA”.
Las palabras del presidente llegan en un momento delicado. Las bolsas de Nueva York muestran signos de debilidad, especialmente entre los gigantes tecnológicos y empresas vinculadas al desarrollo de IA. Los inversores, inquietos, anticipan una posible corrección.
“Algunos segmentos del mercado se han visto muy valorizados, especialmente en torno a la IA”, advierte Arnaud Morvillez, de Uzes Gestion. “Es necesario que se desinflen, que los inversores tomen algunas ganancias”.
Un torrente de capital sin retornos claros
Los números justifican tanto el entusiasmo como el nerviosismo. Según la consultora Gartner, el gasto mundial en IA se acercará a los 1,5 billones de dólares en 2025. Dentro de ese universo, la IA generativa —la categoría que incluye sistemas como ChatGPT— alcanzará los 644.000 millones de dólares, un alza interanual del 76,4%, según VentureBeat.
Pero este crecimiento vertiginoso plantea interrogantes incómodos: ¿hasta qué punto son reales los retornos esperados? ¿Cuánto hay de tecnología transformadora y cuánto de euforia especulativa?
En ese contexto, el mensaje de Trump cumple una doble función: apaciguar los miedos de Wall Street y proyectar una narrativa de liderazgo estadounidense frente a la competencia global, especialmente China. Pero ese discurso contiene su propia paradoja. La inversión masiva se justifica en parte por la carrera geopolítica, mientras que el retorno económico tangible aún resulta esquivo en muchos proyectos.
Un análisis reciente señala que, aunque Estados Unidos mantiene la delantera en capacidad de cálculo y modelos avanzados, China está cerrando la brecha en velocidad y volumen de desarrollos.
Infraestructura sobre aplicaciones
Para comprender la magnitud de la apuesta, basta observar que Gartner estima que el gasto en servidores optimizados para IA alcanzará los 202.000 millones de dólares en 2025. Gran parte del capital fluye hacia infraestructura pesada: chips, centros de datos, hardware específico. Aunque el discurso sea “IA”, el verdadero negocio actual es la potencia de cálculo.
Sin embargo, una advertencia persiste: el ritmo de fracaso en los primeros proyectos generativos es elevado. Según Gartner, “las expectativas para los modelos de IA generativa están disminuyendo debido a la alta tasa de fallo en los proyectos iniciales y la insatisfacción con los resultados actuales”.
Esto explica por qué los mercados no solo evalúan los proyectos de IA como apuestas tecnológicas, sino como vehículos de especulación financiera. Ya se habla abiertamente de “burbuja”, término que aparece cuando empresas alcanzan valoraciones extremas sin respaldo claro de ingresos o modelos de negocio sostenibles.
La carrera sin meta clara
La estrategia estadounidense en IA se encuentra atrapada en una triple tensión: entre innovación y rentabilidad, entre liderazgo global y competencia acelerada, entre inversión monumental y dudas crecientes sobre su impacto inmediato. En ese triángulo se mueve hoy la industria tecnológica.
Para los inversores, el escenario requiere matices. Es necesario evaluar qué empresas tienen modelos de negocio claros, cuáles resisten la volatilidad y cuáles pueden absorber los costoscolosales de esta carrera. También es crucial determinar si las valoraciones están alineadas con resultados o si el mercado ya está descontando logros aún por materializarse.
La música de fondo no cambia: según Gartner, el 60% de los líderes de la industria identifican la IA como definidora de la competencia en los próximos diez años. La apuesta no es meramente financiera, sino estratégica y estructural.
Lo que está en juego es mucho más que tecnología, es el diseño de infraestructuras para la próxima economía, el poder de determinar qué país marca los estándares y, como sugirió Trump, la posibilidad de “adelantar al mundo”.
Con información de Infobae