
Carlos Mora Álvarez
Paseando por Los Paradores de España (XI)
Carlos Mora Álvarez
PERFIL
Paseando por Los Paradores de España (XI)
Paseando por los Paradores de España (X)
Paseando por los Paradores de España (IX)
“Era yo el gitano señorito
Y al cabo de algún tiempo mi menda progresó
Hoy que me ven de estas hechuras
Me llaman to’ los payos, El Gitano Señorón”.
– EL GITANO SEÑORÓN de Juan Legido –
Podría iniciar citando docenas de casos, sin embargo me concentraré solo en una terna, para ejemplificarlos de manera privilegiada y mayoritariamente visual, queridas amigas, apreciados amigos, distinguidas lectoras, insignes lectores, que nos honran con su amable atención.
En la entrega anterior nos quedamos con los deliciosos espacios que se nos ofrecieron en nuestra reciente visita a El Parador de Teruel, que nuevamente nos permitimos enlistar, con su respectiva anuencia:
– EL TORICO
– EL MAUSOLEO DE LOS AMANTES
– EL CINE MARAVILLAS
– EL RESTAURANTE MÉTODO
– EL HOTEL LA MARQUESA
De estos emblemáticos lugares, nos ocuparemos la próxima semana donde incluiremos las majestuosas festividades en el homenaje del adorado abuelo de mi esposa GEMY, Don Eduardo Yagües Jarque, que partió de su pueblo natal – hace casi un siglo – el hoy emblemático Jabaloyas de Aragón donde se congregó toda la familia el pasado mes de junio desbordados de amor, esperanzas e ilusiones.
Esta columna la remataremos con los tres casos (no son evidentemente los únicos) que citamos líneas arriba y que describiremos a continuación.
Resulta y resalta que independientemente de las mágicas experiencias que se generan en las estadías de Los Paradores Nacionales, por añadidura se obtienen místicas vivencias, como las que disfrutamos el año pasado en Cáceres, Córdoba y Toledo, solo por citar algunas.
Después de instalarnos regiamente en El Parador de Cáceres caminando a escasos metros arribamos a El Atrio, considerado uno de los mejores restaurantes de Europa, con posiblemente la Bodega de vinos más rica del País, donde la atención y alimentación resultó inolvidable, de tal forma que ya repetimos la deliciosa convivencia, al asistir a la corrida de toros en esta población en medio de las fiestas y con un Morante apabullante.
Por otra parte, igualmente la llegada previamente a El Parador de Córdoba, estuvo acompañada de una comida única, en el fosforescente restaurante La Casa de Manolete, donde habitó el mejor torero del siglo pasado en compañía de su famosa madre, la legendaria Doña Nieves.
Un lugar realmente excepcional con servicio y calidad extraordinario que ofrece además vistas y fotografías fascinantes de las distintas etapas creativas del Cuarto Califa como también se le llamó a Manuel Rodríguez “Manolete”.
El restaurante La Orza preciosamente ubicado en el corazón de Toledo a espaldas del museo de El Greco, es igualmente otra visita obligada para cenar, una vez concluida la instalación en el Parador y después de degustar el gentil y gratuito aperitivo de bienvenida desde la espectacular terraza con la bella vista incomparable de la antigua capital del Reino.
Nos despedimos degustando ya, las próximas entregas sobre Jabaloyas, que nos llenaron de plena felicidad durante este verano del 2025, que por infinidad de razones ha resultado idiosincrásico, convirtiéndose inmediatamente en un clásico para la posteridad, nos leemos el próximo fin de semana, si son tan amables, eternas gracias.
Hasta siempre, buen fin.