
La fuga ha contaminado playas, ríos y bancos ostrícolas, generando un impacto severo en la pesca, el turismo y la restauración
Habitantes del municipio de Paraíso enfrentan graves pérdidas económicas y daños ambientales tras un derrame de hidrocarburo atribuido a Petróleos Mexicanos (Pemex), originado en la Terminal Marítima de Dos Bocas. La fuga ha contaminado playas, ríos y bancos ostrícolas, generando un impacto severo en la pesca, el turismo y la restauración.
Como medida preventiva, autoridades locales izaron la bandera negra en Playa Sol y Brisas, prohibiendo el acceso al mar. La contaminación también alcanzó la laguna Mecoacán, Cheneque y el río Seco, así como zonas de cultivo de ostión en El Bellote y Torno Largo. Pescadores reportan la muerte de especies como sábalo, jurel y bonito, además de afectaciones a larvas de ostión y aves como pelícanos.
El derrame paralizó la pesca, actividad vital para la economía local, mientras restaurantes registran una drástica caída en clientes por temor a consumir productos contaminados. Pobladores exigen transparencia y compensaciones, ya que Pemex no ha aclarado el origen del derrame ni ofrecido soluciones inmediatas.
ASEA investiga a Pemex
La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) anunció una supervisión a Pemex para determinar las causas del derrame, la cantidad de crudo liberado y las acciones de remediación. Sin embargo, pescadores y ambientalistas critican la lentitud en la respuesta y denuncian que las labores de limpieza iniciadas desde el 4 de mayo son insuficientes.
Mientras las autoridades mantienen el cierre de playas por seguridad, el gobierno local permitió la realización de un torneo de pesca deportiva en la laguna El Bellote, lo que ha generado críticas por la falta de congruencia ante la emergencia ambiental.
Pescadores de Chiltepec alertaron que, de extenderse el derrame a la laguna Mecoacán, se vería afectada la producción de ostión, jaiba y cangrejo, agravando la crisis económica en la región.
El Ayuntamiento de Paraíso informó que trabaja en coordinación con Pemex y la Secretaría de Marina para contener el daño, pero la magnitud del desastre ecológico y sus repercusiones sociales siguen en aumento.
Este no es el primer incidente de este tipo en la zona. Días antes, ostricultores de Sánchez Magallanes (Cárdenas) reportaron manchas de hidrocarburo en la laguna Del Carmen, otro punto clave para la producción de ostión. La recurrencia de estos eventos evidencia fallas en la supervisión y mantenimiento de las instalaciones petroleras.
Con información de Baja News