
Nada que ver con Alito
Ya no queda nada del otrora poderoso PRI. Por si fuera poco, están completamente divididos pero, sobre todo, asqueados de su dirigencia.
Ya no queda nada del otrora poderoso PRI. Ni es una maquinaria electoral, sus opiniones y votos en el Congreso federal sencillamente no cuentan, y el Gobierno Federal no necesita negociar con ellos.
Por si fuera poco, están completamente divididos pero, sobre todo, asqueados de su dirigencia, que les avergüenza. Los muy poquitos que aún le son leales a Alito van en la jugada, en la repartición de las migajas tricolores.
El Revolucionario Institucional que sí juega todavía electoralmente, que sí tiene interlocución con la Presidenta, el Poder Legislativo, y tiene algo de dinero, es el que representan los gobernadores de Coahuila y Durango.
Manolo Jiménez y Esteban Villegas entendieron muy bien su momento y circunstancia, y se alejaron totalmente del impresentable ex gobernador de Campeche. Mandaron el mensaje a Palacio Nacional que son del PRI, pero que no dependen, ni están con el dueño de la franquicia. Es más, que ellos son una oposición inteligente, con la que se puede negociar, y que nunca le faltarán al respeto a la titular del Ejecutivo.
Mientras el PRI del antecesor de Layda Sansores critica la Reforma Judicial, y es blanco de burlas y risitas, los mandatarios tricolores “opositores” están en medio de la elección judicial de sus respectivos estados. Es decir, renovarán junto con la Federación, su Tribunal Superior de Justicia.
Durango tendrá en los próximos días una elección donde renovará todos sus ayuntamientos, y con inteligencia política, su gobernador, Esteban Villegas, moverá sus propias fichas, para agarrar más fuerza rumbo a su propia sucesión. Claro, sin pelearse con la dueña del balón: Claudia Sheinbaum.
Coahuila, que renovará la gubernatura en 2029, va por el mismo camino. Algunos creen que como es tierra de los Moreira, ahí sigue controlando la cosa Alito, pero nada más alejando de la realidad. El jefe político se llama Manolo Jiménez y él tiene lazos políticos y de amistad con la Presidenta.
El presidente del PRI dice en sus discursos que tiene dos entidades todavía, pero eso es más falso que un billete de tres dólares. Da a entender que él maneja esos estados, pero nada tiene que ver con Coahuila y Durango; y los gobernadores no reciben ni media orden del senador.
Manolo y Esteban evitan sacarse fotografías con el “líder” y evitan también toda visita del presidente del CEN del PRI, porque en esos territorios, ellos y nada más ellos, mandan.
Como ya lo hemos dejado claro en este espacio, San Claus no pudo ser más benévolo con la 4T: les otorgó la oposición más dividida, microscópica y vulnerable que jamás imaginaron. Y por ello, los gobernadores tricolores pintaron una oportuna raya con Alito, para que no los involucren con él.
Colofón:
*Hábilmente la gobernadora de Aguascalientes, Tere Jiménez, se montó al tren de la reforma constitucional. Cambiará a su Poder Judicial de manera inteligente.
*En lugar de criticar y escupir para arriba, el PAN hidrocálido colabora con el mandato de la Carta Magna.
*La discreción de la joven mandataria, y la lectura correcta de lo que pasa a nivel nacional, la está convirtiendo en un elemento fundamental de la nueva política.
POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
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