Este es el panteón municipal número 1, en la zona urbana de Tecate, aquí, además de ser el descanso de los difuntos, también es el descanso de indigentes, en este panteón adaptaron las capillas de los difuntos y las convirtieron en su hogar, aquí reposan, pasan la noche y hasta cocinan, como en esta capilla que hasta cortina le pusieron en puerta.
A lo largo y ancho del panteón se puede encontrar botes y botellas de bebidas alcohólicas en lugar de flores y no hay un solo lugar en todo el panteón que no tenga basura, la basura inunda los pasillos de servicio, las tumbas y las áreas comunes.
Pero no solo eso, el vandalismo también ha afectado a este camposanto, una pareja de personas que no viven en Tecate fueron al panteón a visitar la tumba de su ser querido, sin embargo se llevaron una mala sorpresa al encontrar la lápida totalmente destruida.
Pero eso sí, cuando se acerca el 2 de noviembre hasta agua le ponen al panteón, el resto del año luce así, abandonado, descuidado y sumamente sucio, quienes visitan a sus seres queridos se topan con esto, además de infinidad de indigentes que se esconden al ver acercarse a extraños, como si se tratara de una ciudad dentro del panteón.
Si bien el panteón tiene una entrada principal, la barda perimetral esta destruida en varios puntos, que facilitan el ingreso de personas sin oficio ni beneficio, sobre todo en la noche cuando no hay vigilancia.
A decir de la encargada del panteón un día limpian y al día siguiente ya está igual de sucio, cuando ve personas sospechosas llaman a la policía la cual realiza uno o dos rondines y se van, es decir es un cuento de nunca acabar.
De esta forma luce el panteón donde descansan los familiares de miles de tecatenses, a nadie parece importarle, que se convierta en una cueva de delincuentes, en refugio de indigentes y en hogar de aquellos que no lo tienen.