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A sus casi 90 años, sorprende por su habilidad para trepar árboles

Yucatán.- A Demetria Euán sus años no la detienen, incluso a sus 88 hace solamente lo que le dicta su corazón. Es alegre y muy querida por todos en Tizimín, Yucatán, México.

A Doña Mechita, como la llaman cariñosamente, le encanta demostrar su destreza para treparse a los árboles. Toda su larga vida transcurrió en el campo. Acostumbrada a sembrar y cosechar los bondadosos frutos de los árboles, halla su felicidad entre las ramas y la sombra de los caimitos que la abrazan.

El caimito (Chrysophyllum cainito) es un árbol tropical de la familia Sapotaceae, originario de las áreas de baja elevación de América Central y del Caribe. Crece rápidamente y puede llegar a una altura de veinte metros.

“Los vendo, los frutos de caimito, me subo a la mata, lo bajo, lo vendo, para mi comida”, dijo doña Meche.

Así, sin límites por su edad, a paso firme, la abuelita de origen maya avanza hacia los árboles de caimitos y con una extraordinaria habilidad coloca sus pies sobre el tronco, se abraza a éste, con la espalda sobre una pared, y comienza su ascenso, poco a poco, hasta llegar a los frutos.

Para doña Mechita, los árboles de caimito son sacrosantos. Los ama y venera, los cuida con suma dedicación. Dice que no solo le brindan su sustento diario, sino que, es allí, estando entre ellos, donde realmente se siente segura y feliz.